RÍO REVUELTO

Después de la tormenta, vienen las elecciones

Escrito en OPINIÓN el

Hoy despertamos todos quienes residimos en Nuevo Laredo con la esperanza de no repetir el episodio de la semana pasada, que todavía ayer tenía a miles de ciudadanos sin agua ni luz en sus casas.

Aunque ya pasó una semana completa, la ciudad no se ha recuperado de esos escasos minutos de fuertes vientos que fueron suficientes para devastar a Nuevo Laredo, por lo tanto la vida no regresa enteramente a la normalidad, especialmente cuando muchas personas aún se encuentran tratando de reparar los daños en sus viviendas, negocios y hasta autos.

El fin de semana aún era toda una proeza encontrar hielos o dinero en efectivo, pues en el caso de esto último, muchos de los cajeros aún estaban vacíos, luego de la gran demanda que se registró en los últimos días al estar inhabilitado en la mayoría de las tiendas el pago con tarjeta.

Ahora que podemos ver hacia atrás con relativa calma, no podemos negar que hay un tema de infraestructura de la ciudad que se debe poner sobre la mesa, pues más allá de que estemos preparados como sociedad o no para una contingencia, vimos de parte del gobierno estatal y municipal una tremenda pasividad con respecto a la que es para muchos la contingencia más devastadora para la ciudad en los últimos 50 años o más.

El agua potable no debió faltar, esa es una innegable realidad, pues si bien la infraestructura de la red eléctrica se vio vulnerada al estar expuesta en la superficie, siendo necesario levantar los postes caídos o más bien sustituirlos, junto con transformadores y cableado, pero en el caso de la tubería al ser subterránea no sufrió ningún daño, lo único que requería eran las plantas de luz para emergencias, que cada vez parecen más necesarias.

De alguna manera nos hace pensar que sería ideal que la red eléctrica fuera subterránea también, pues no es algo nuevo, hay algunos fraccionamientos de interés social que tienen esa modalidad, aunque en la mayor parte de Nuevo Laredo por costumbre se tienen los clásicos postes.

Entre las quejas de los ciudadanos coincidían la mayoría en que si bien es muy importante la electricidad por muchas cuestiones, entre ellas la de mantener los alimentos refrigerados, así como resistir las altas temperaturas con aparatos de aire acondicionado, pero carecer de agua potable ya es un tema de salud más delicado y esa fue una de las peores crisis que padeció Nuevo Laredo, incluso por encima de la falta de electricidad.

Después de la tormenta debería seguir la calma, pero en los próximos días se estarían retomando las campañas con toda la efusividad que podría esperarse de estas, a lo que se agregaría una crítica muy fuerte con respecto al actuar del Ayuntamiento frente a la contingencia, que sin duda dejó mucho que desear.