Desde hace semanas para la comunidad médica y autoridades de Salud, las celebraciones de Pascua han representado el principal temor de un posible repunte en los contagios, aunque se estima que en este escenario habría menor severidad en materia de defunciones o de complicaciones derivadas del Covid-19.
El hecho de que los parques estén cerrados pudiera no hacer mucha diferencia si al final los ciudadanos optan por hacer reuniones multitudinarias en espacios relativamente pequeños, como se estima que ocurrirá, pues si bien el año pasado en el marco del ascenso de la pandemia algunos no respetaron las recomendaciones, ahora que el hartazgo del encierro es tan álgido, nos obliga a estimar que la incidencia de festejos será mucho mayor.
En contraste, Laredo abrió todos los parques y espacios públicos, es más, hasta las albercas, justo en el marco del “Día de la Coneja” que sin duda movilizará a miles de laredenses, especialmente si tomamos en cuenta que más del 44 por ciento de la población ya tiene al menos una dosis de la vacuna contra el Covid-19, lo que ha dado una cierta confianza, el problema es que tampoco es garantía de inmunidad total, básicamente lo que hace es que en caso de contagiarse, los efectos serían -en la mayoría de los casos- menos severos y sobre todo con menor riesgo de fallecer por las complicaciones.
Aun y con la vacuna es importante mantener las medidas acostumbradas en el último año, pues con el uso del cubrebocas y la sana distancia no sólo se protege a uno mismo, sino que se protege a los demás.
Se tardó un poco, pero el tema del nuevo brote -como el que ocurre en Europa- ya comenzó a ser tratado en México, se le ha dado mayor atención recientemente ante el panorama en puerta y sus posibles escenarios.
En las últimas semanas la atención nacional ha sido acaparada por el proceso de vacunación, por lo que el tema de un nuevo brote y/o las variaciones del Covid-19, llegan en un momento complicado para todos, pues apenas parece estar llegando la dosis de la esperanza con la vacuna que ya ha abarcado a una gran parte de la población de 60 y más, así como el personal médico.