SENTIR CÍVICO

Mi amigo Américo

Escrito en OPINIÓN el

Tuve oportunidad de conocer al entonces candidato a senador por Morena, el Dr. Américo Villarreal, en el 2018. En ese entonces tenía él preparada una visita a Nuevo Laredo, yo era el coordinador de campaña de Heriberto Cantú, y con gusto nos ofrecimos a apoyarlo en su gira. Era el hijo de un gobernador gratamente recordado por muchos en Tamaulipas, doctor, candidato al Senado, pero su trato siempre de amigo, humilde, alegre, humano. Se subió a la camioneta de Heriberto, yo iba manejando, y desde entonces empecé a conocer al hombre detrás del nombre, aquel que se convirtió en mi amigo.

Su campaña fue austera pero llena de corazón, algo que compartía con Tico Cantú, recorrimos las calles con pasión y convenciendo con palabras. Nos acompañaba su leal equipo, sobre todo su incansable esposa, la Dra. María de la Luz Santiago. También conocí a sus hijos, Américo, Francisco y María, extraordinaria familia.

Hombre inteligente, de amplio conocimiento en diversos temas, pero prudente, sabe escuchar, aconsejar, ser amigo. Su amor por Tamaulipas es, sin duda, heredado. Hijo de un gobernador ampliamente querido que solía caminar por las calles de Cd. Victoria sin escolta, saludando a los ciudadanos, llegando a comprar tortillas, para luego atender los asuntos del Estado, las presas que se necesitaban, el programa Voluntad y Trabajo, entre otras muchas cosas.

No fue fácil la elección del 2018. Pero el Senador salió triunfante ganando la fórmula de Morena y obteniendo una victoria en Nuevo Laredo, misma que tuvimos que defender en el conteo de urnas, largas horas, ratificando y mejorando dicho triunfo. Ganó contra toda una maquinaria de Estado, le ganó al hermano del Gobernador, ganó sin dinero, sin despensas, sin programas asistenciales. Y aún en el triunfo nunca cambió su esencia.

Recibí la invitación de visitarlo en el Senado ya instalado como senador. Acudí con alegría, entré hasta su oficina y nos saludamos cómo se saludan los amigos. El mismo, humilde, alegre, inteligente. Recordamos la campaña, las veces que nos vimos, las reuniones, las anécdotas.

Desde entonces he visitado el Senado en muchas ocasiones, lo he visto caminar por los pasillos, entrar al pleno, hemos platicado, planeado, bromeado. También ha visitado Nuevo Laredo, muchas veces, lugar al que quiere mucho y en dónde encuentra siempre muchos amigos.

He conocido al legislador, al político, al médico, al padre de familia, sobre todo al amigo, al ser humano de frecuente sonrisa, echado para adelante, franco y leal. Ese amigo de Tamaulipas, de Nuevo Laredo y al que me dará mucho gusto pronto llamar gobernador Américo Villarreal.