COSAS DE MI PUEBLO Y DEL OTRO LADO

Por fin abrieron los puentes

Escrito en OPINIÓN el

Después de casi dos años con los puentes cerrados, impidiendo el libre tránsito entre ambas ciudades hermanas, los gobiernos de ambos países acordaron la reapertura de los puentes y reanudaron el libre tránsito de los residentes de ambas ciudades. El cruce era ya un reclamo imperioso de la ciudadanía, de los comerciantes y de todo mundo; nunca en nuestra historia habíamos  tenido una situación igual ni parecida, fueron meses de estupor y desesperación.
La mayoría de la gente del pueblo tenemos parte de la familia del otro lado y durante más de 19 meses no la pudimos ver, nos conformábamos con llamar por teléfono y, aunque ahora se pueden hacer videollamadas, nunca será igual lo virtual a lo real, a lo verdadero, la presencia física era indispensable. Finalmente, mediante este acuerdo, nos hemos podido rencontrar, volvernos a juntar, volvernos a ver a los ojos, a acariciar nuestras caras y fundirnos en un largo abrazo interminable en el que expresamos todo el amor que nos tenemos. Volvimos a ser familia, volvimos a ser amigos.
Sin embargo, ha sucedido un extraño fenómeno, contra todo vaticinio y pronóstico, no se hicieron largas filas para cruzar al otro lado; la enorme afluencia de visitantes que se esperaban, brillaron por su ausencia, los puentes apenas se llenaron y el cruce fue fluido y rápido, no se exigió el documento comprobatorio de la vacuna, confiando plenamente en lo que declaraba el visitante; sólo en algunos casos y de forma aleatoria se pasó a segunda revisión, pero fueron los menos. Nadie se iba a arriesgar a perder su visa por una imprudencia de esa índole.
No se encuentra una explicación que suene lógica para entender este raro fenómeno. ¿Será que nosotros, los de este lado, nos enseñamos y acostumbramos a comprar productos mexicanos? ¿Será que aprendimos valorar lo hecho en México que, como dice el eslogan: “Lo hecho en México esta bien hecho”? ¿Será que todos pensamos lo mismo, voy a ir cuando se acaben las líneas y resulta que pocos se atrevieron a cruzar? ¿Será que cayó en lunes, principio de semana y todo mundo estaba trabajando? ¿Será que la gente de Monterrey, Saltillo y demás, se va a esperar hasta el fin de semana? Será, será, será el sereno, pero parece que ahora vamos a ser más racionales.
Bueno, de cualquier manera parece que todo va a volver a la nueva normalidad, yo lo que más extraño de ir al otro lado son las hamburguesas de Wathaburger y las nieves de Dairy Queen. Afortunadamente ropa no me hace falta, aún no me termino la que tenía desde antes de la pandemia, los zapatos los compro mexicanos, el mandado, ya me acostumbré a comprarlo de este lado, en fin, en general no necesito cruzar al otro lado, excepto cuando mis nietos me pidan que los lleve y ahí si pierdo, no les pongo límite y me chiflo comprándoles bagatelas, confieso que soy un abuelo muy consentidor.
Bueno, los puentes finalmente están abiertos, ojalá que todo  pronto vuelva a ser como antes, que los comerciantes del otro lado se recuperen pronto, que los regios vuelvan a venir cada fin de semana, que las compras navideñas les permitan recuperarse a los comerciantes del otro lado y que pronto olvidemos esta larga pesadilla que nos duró casi dos años. Gracias, amable lector por la gentileza de su atención, le deseo un espléndido fin de semana en familia.