Pese a las insinuaciones sobre la sinofilia de Kristalina Georgieva, el FMI sigue siendo el mismo. “México: declaración final del personal de la misión del artículo IV de 2021”, fechado el 8 de octubre pasado, lo deja en claro.
El FMI lanza la piedra y esconde la mano: su directorio ejecutivo autorizó la publicación de esa declaración..., pero dice no estar necesariamente de acuerdo con su contenido. Por supuesto, la publicación ya echó andar a la banda de los opositores de la 4T, señalando con índices de fuego todas las “desviaciones” del gobierno, respecto a “lo que debe ser” una “correcta” conducción económica. Ese era el primer efecto buscado.
Como sabe cualquier persona enterada acerca de los organismos internacionales financieros, su modelo de análisis es siempre el de “si mi tía tuviera ruedas, sería bicicleta”. Así dictan lo que debe hacer México para salir de sus “desviaciones”.
“La renta real per cápita ha continuado su divergencia a largo plazo con respecto a la de Estados Unidos, y las proyecciones apuntan a una mayor divergencia en el futuro. El bajo crecimiento de la productividad y la elevada pobreza siguen siendo los principales problemas de México”, dice el FMI, con desenfado. ¿Por qué nos comparan con la mayor potencia del mundo, cuyo comportamiento goza del privilegio pirata de emitir la divisa internacional? México tiene un problema con la productividad, sí, también EU y todo el mundo desarrollado.
Hace muchos años. México tiene un terrible problema de pobreza, sí, también EU, y no se diga todo el llamado sur global. El FMI ignora la historia y la presencia del sistema colonial y la brutal explotación ejercida por los centros del sistema. ¿Está el gobierno mexicano atendiendo la pobreza?: es su principal preocupación: primero los pobres; la pobreza debe ser abatida. No ocurrirá en un sexenio.
“Un mayor apoyo a Pemex debería ir acompañado de una nueva estrategia que priorice los objetivos financieros (por ejemplo, centrarse en los campos rentables, vender los activos no esenciales, posponer los planes de nuevas refinerías y reformar su costoso plan de pensiones) y aumente la transparencia”. De esta cháchara está rebosante la declaración... El FMI, con total irrespeto, escribe sin atender qué es lo que hace el gobierno y las razones que tiene para hacerlo. El gobierno no puede “priorizar” objetivos financieros ni puede posponer su refinería de Dos Bocas. Pemex es parte central de la estrategia por la soberanía energética. Pemex no es una empresa privada para actuar como señala el FMI con total negligencia.
“…Será necesaria una reforma fiscal progresiva. Hay un margen importante para aumentar la recaudación de ingresos no petroleros”. Pues ya está, nomás decirlo y se convertirá en acto, al cabo que no hay mediación alguna entre una y otra cosa. Si en algún momento la 4T anuncia una reforma fiscal, todos veremos a los ricos de este país armar la gallera en grande, y meter millones en los medios para atizar una campaña mediática en contra; pero hoy mismo, utilizan el documento (desechable) del FMI como arma arrojadiza contra la 4T.
En 1960 el gobierno contrató al afamado economista Nicholas Kaldor, quien formuló una propuesta de reforma, caracterizando al sistema tributario de este modo: “a) el sistema tributario es ineficiente e injusto; b) la recaudación es excesivamente baja (de las más bajas del mundo), lo que obliga a frenar el gasto social e imponer restricciones severas a la política monetaria; c) el problema de fondo está en la escasa base gravable derivada del hecho de que una parte sustancial del ingreso nacional recibe un trato privilegiado; d) el trato privilegiado que recibe una parte sustancial del ingreso nacional, especialmente el proveniente del capital, reduce la capacidad de recaudación; e) la necesidad de revisar a fondo los diversos subsidios y estpimulos con el afán de eliminarlos o reducirlos” (véase C. Tello y D. Hernández, “Sobre la reforma tributaria en México”, Economía unam, vol. 7, No. 21).
Durante casi 60 años, los gobiernos priistas y panistas dejaron el sistema tributario en las mismas. El plan de la 4T es acabar primero con el que era un absurdo, increíble monto de evasión y elusión fiscal, antes de reformar el sistema tributario. El gobierno no puede actuar como si fuera un asunto de cortísimo plazo, como lo implica la miopía del FMI.
¿Sirve el FMI al desarrollo? Es claro que la respuesta es un no rotundo. Como lo pide la declaración..., quiere “flexibilidad” en el mercado de trabajo. Es decir, quiere mayores facilidades para operar despidos, elevar las edades de jubilación, y otras monerías por el estilo. ¿Hay alguna pregunta en la declaración..., o alguna recomendación, sobre los paupérrimos niveles de inversión privada? No. Ninguna. ¿Qué le interesa entonces?: la estabilidad financiera, una que preserve el valor del capital financiero y sus ganancias.
El gobierno de la 4T no está para eso. Para los gobiernos del PRI y del PAN, sí que fue su misión.
El mismo FMI
Escrito en OPINIÓN el