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Estado: mudo, sordo y ciego

Escrito en OPINIÓN el

El enemigo en casa es un término que parece tan trillado, pero al final define perfectamente la problemática de las violaciones, abusos sexuales y violencia intrafamiliar, que además se acentuó durante esta pandemia, pues el encierro y crisis económica en las personas que ya eran violentas, agudizó y detonó sus ataques en contra de sus propios familiares.

Las cifras en ambos casos son alarmantes, peor si tomamos en cuenta que es uno de los delitos menos denunciados, precisamente por las potenciales represalias al tener el enemigo en casa, pues básicamente el primer mejor paso para evitar seguir en el ciclo de agresiones es salir del hogar violento.

En esto último, prevalece mucho la violencia psicológica y hasta económica que el agresor ejerce como amenaza para evitar que su pareja se vaya, pero al final, retirarse de ese entorno violento es lo mejor para todos, aunque al principio puede ser un gran reto si no se tienen ingresos, pero para ese panorama hay algunas instituciones que apoyan con albergues temporales, alimentación y hasta asistencia para encontrar trabajo, todo en un ambiente específicamente de resguardo y prevención de cualquier represalia.

Al inicio de la pandemia la sociedad comenzó a olvidarse de los otros padecimientos, como si sólo existiera la amenaza del Covid-19 y sus efectos colaterales en la economía y psicología social, pero lejos de que las demás enfermedades hayan disminuido parecen haberse agudizado con un descuido generalizado de la salud, especialmente durante el confinamiento.

Entre los padecimientos que todos años figura entre los más mortales, están los cardiacos, tan sólo en lo que va del año en el IMSS han muerto 90 personas por ese padecimiento, pero de esa cantidad, 52 han sido detonados por la hipertensión.

Nuevo Laredo entró en Fase 2 y todos, incluyendo a los gobiernos estatal y municipal, relajaron las medidas para prevenir el Covid-19, en el caso del Ayuntamiento con el tema de los parques en los que no estableció vigilancia ni restricciones en este tenor para la reapertura y el Estado retirando el filtro sanitario en los puentes internacionales que ya de por sí comenzaron tarde y operaban a medias.

Ahora sí, los ciudadanos y residentes estadounidenses podrán ir y venir a cualquier hora sin restricción de cantidad de pasajeros, si entre éstos hay menores de edad o si portan placas que incumplan con la -ya muy ignorada- medida del “doble no circula”.

En el mundo, México figura entre los principales países con fallecimientos de personal médico en el marco de la pandemia y si nos vamos a Tamaulipas y Nuevo Laredo, obviamente figuran de manera preocupante, tan es así que los trabajadores de la salud -entre médicos, enfermeros, etc.- llevan más de un mes protestando diariamente -fuera de horario de trabajo para evitar que los despidan por abandono de trabajo-, luego de que en la contingencia la falta de proveeduría estatal de insumos y garantías para realizar su labor de forma adecuada, los ha llevado a que cinco profesionales de la salud mueran y casi un centenar se haya contagiado al estar luchando contra el Covid-19 en la primera línea, pero a pesar de la constante manifestación, el gobierno de García Cabeza de Vaca se ha hecho mudo, sordo y ciego ante los reclamos de quienes diariamente se juegan la vida para salvar la de los demás.

Luis Enrique Pedroza Lomas estuvo al frente de la Dirección de Comercio Informal, Alcoholes y Espectáculos Públicos durante la administración de Canturosas y los cuatro años que lleva Rivas, pero este fin de semana presuntamente renunció al cargo y ayer pusieron en su lugar a Víctor Almanza, el exagente del Ministerio Público.

Esta clase de enroques llaman la atención por el tiempo en que ocurren, además de que presuntamente Pedroza no sale de la administración, sino que le dieron un puesto que tenía hace unos días Almanza al interior de la Secretaría de Bienestar Social.