En esta temporada del año la pesca de lobinas de gran peso (golonas) se encuentra a la baja, decenas de capturas de tamaño estándar predominan, ya sea pescando de orilla o sobre una embarcación, no asumo que no las encuentres, pero s su porcentaje es escaso; para todo el pescador de hueso colorado es muy fácil capturar lobinas grandes en los meses de noviembre a febrero, pues la temporada de engorda para reproducción esta en su apogeo y se comprende que la camada de nacimientos que se logró en febrero apenas se esta desarrollando al llegar agosto, si a esto le sumamos las altas temperaturas que predominan en este mes, marcado por la canícula, la cual se encarga de hervir las aguas de las presas, estas temperaturas ayudan a los peces a mantenerlos más activos. Ese desgaste de energía extra, que los motiva a recorrer mas zonas de alimentación, antes de la entrada del otoño donde se experimenta un descenso de temperatura en el ambiente, es en gran medida marcado por su ciclo reproductivo; su genética es tan importante para conseguir pareja, que su principal meta es alimentarse para ganar peso.
Para llegar corpulentos durante los meses de invierno, esto les garantiza la atención de las hembras con las cuales podrán cerrar su ciclo reproductivo; para los peces que ya cuentan con un par de años de vida es menos estresante, esta etapa de calor representa para ellos un ciclo mas de conocimientos que les dicta mantenerse estáticos en aguas profundas, sólo gastaran energía suficiente para emigrar a aguas bajas en busca de alimento en horas muy tempranas del día y por los atardeceres con climas mas templados, ahorrando al máximo sus energías sin perjudicar su peso, en cambio los peces de menor experiencia son los que estarán disponibles durante todo el día para nuestros señuelos, de ahí la importancia de respetar el medio ambiente y aplicar el pesca y suelta todo el año y en especial en esta época de calor para asegurar que la camada joven (inexperta), logre llegar al otoño para su reproducción
En presas como Las Blancas que cuentan con estructuras promedio de baja profundidad
es todo un placer visitarlas en esta temporada del año, con facilidad podrás lograr capturas cuantiosas, claro de bajo peso, dentro de sus fosas con bancos arenosos y recodos cargados de edrila; dentro de sus estructuras mas fértiles está la entrada del río y sus palizadas donde la profundidad supera los 30 pies de profundidad, por las tardes vale la pena dedicarles un par de horas para cerrar tu día de pesca utilizando plásticos, siempre buscando el suelo con la ayuda de plomos y paletones que se sumerjan a más de 15 pies; es un estilo de pesca mas tranquilo donde se barre las profundidades sin prisas buscando pasar el señuelo lo mas cerca del hocico de las golonas; su experiencia las alienta a no utilizar su mordisco al primer impulso, pero con un poco de paciencia y dedicando varios lances a las palizadas profundas la técnica rinde frutos, no olviden los jigs barbados con tráiler largos, se tornan irresistibles para esta pesca de profundidad.
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