La antesala de lo que será una temporada atípica en la NFL, ya está lista. A continuación, un somero análisis de los conjuntos de la División Norte de la NFC para la sesión 2020-2021, rumbo al Súper Bowl LV.
GREEN BAY
¿Cuál pudo haber sido el mensaje implícito por parte de Matt La Fleur hacia Aaron Rodgers, al seleccionar en primera ronda del draft pasado al mariscal de campo Jordan Love (Utah State), cuando todo mundo esperaba que se escogiera a un prometedor receptor abierto (en una generación plagada de talento en esa posición)? Estoy seguro que será uno de los principales temas que estarán palpitando y haciendo ruido por lo menos en los primeros partidos de la temporada. Por lo pronto, además de Davante Adams, Rodgers contará con Devin Funchess, quien se incorporó vía agencia libre proveniente de Indianápolis. Se siente incompleto el ataque aéreo del equipo de Wisconsin, así que considero que La Fleur apostará por un ataque más encaminado al juego terrestre, quizá similar a lo que San Francisco ha estado haciendo. Por ello, el desempeño del “back-field”, conformado por Aaron Jones y Jamaal Williams será un punto fino. La selección en segunda ronda de A.J. Dillon, egresado de Boston College, apunta a que buscan reforzar dicho departamento. La salida del tackle Bryan Bulaga, pilar durante mucho tiempo de la línea ofensiva, será otro de los huecos prioritarios a cubrir para la presente temporada: Jake Hanson, de Oregon; Jon Runyan, Michigan y Simon Stepaniak de Indiana, fueron selecciones colegiales que buscarán rejuvenecer una línea ofensiva eficiente pero con bajas y ya veterana. La unidad defensiva tuvo una labor sobresaliente en 2019. Las adiciones de ZaDarius y Preston Smith rindieron buenos dividendos. Aun así, la defensiva de Green Bay fue la numero diez en yardas permitidas por tierra (1,921), por lo que la llegada de Kamal Martín, linebaker, a través del draft, debería fortalecer el corazón de las trincheras. Conclusión: La adaptación de Aaron Rodgers al “nuevo” sistema ofensivo y su liderazgo, serán factores determinantes para definir el futuro de los Empacadores, que vienen de disputar la final de la Conferencia Nacional. Considero que es una escuadra con capacidad de ganar su división o mínimo alcanzar la postemporada como comodín. Contendiente al Súper Bowl no parece una realidad en este momento.
MINNESOTA
Mike Zimmer es uno de los mejores entrenadores del circuito, pero, al igual que Andy Reid en su momento, ha tenido en sus manos conjuntos con sobrado talento, sin embargo, no ha podido llegar al juego grande. Por si fuera poco, también Kirk Cousins se ha quedado un tanto rezagado de las expectativas que en él se depositaron cuando llegó a esta franquicia. Pareciera que en momentos críticos su efectividad se merma. La presente temporada será crítica para ambos líderes del conjunto de Minneapolis (al margen de su situación contractual, no debería haber “prueba y error” para ellos). Lo anterior se puede corroborar en virtud de que los Vikingos cuentan con una plantilla poderosa para la sesión 2020-2021. Sus bajas más sensibles fueron las del receptor Stefon Diggs (Bills) y Andrew Sendejo (Browns). La buena noticia de la salida de Diggs, es que el canje les proporcionó más selecciones colegiales. De hecho, el draft de los Vikingos fue uno de los más sobresalientes de la liga. Añadieron un total de quince elementos por esta vía. Si dos o tres de ellos lograron un impacto inmediato, serían maravillosas noticias para los seguidores de los púrpuras. En primera ronda trajeron al receptor Justin Jefferson de LSU, quien podría hacer mancuerna a la brevedad con Adam Thielen y Tajae Sharpe. Un punto débil que exhibieron la temporada pasada fue su línea ofensiva. Para tal efecto buscarán el antídoto con -quizá- su mejor elección: Ezra Cleveland, tackle egresado de Boise State. En general el citado draft, además de amplio, fue balanceado, por lo que debería cubrir las necesidades del equipo en ambos lados del balón. Conclusión: A pesar de la salida de varios veteranos importantes, la columna vertebral de Minnesota continúa intacta, así que su récord a final de campaña debe arrojar números positivos. Sin duda son candidatos para ganar la división o llegar a postemporada, inclusive, en teoría deberían estar casi al nivel de los Santos de Nueva Orleans o los 49s de San Francisco, por lo que no sería una sorpresa que llegaran a la final de conferencia. Arribar y/o ganar el Súper Bowl dependerá en gran medida de la pasta de campeón que demuestren tanto Zimmer como Cousins.