La primera maquiladora reconocida en la frontera norte de México fue inaugurada en 1962 bajo el nombre de A.C. Nielsen, en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Esta planta pionera simbolizó el comienzo de una nueva etapa económica para la región fronteriza, al aprovechar su cercanía con Estados Unidos y la disponibilidad de mano de obra local.
A.C. Nielsen, el origen de las maquiladoras
Aunque existen registros de operaciones similares previas en Ciudad Juárez, Chihuahua, como la planta de RCA en 1961, A.C. Nielsen es considerada el primer referente formal en Tamaulipas y uno de los pilares del naciente modelo industrial fronterizo.
Te podría interesar
El fenómeno de las maquiladoras se consolidó oficialmente en 1965 con la creación del Programa de Industrialización Fronteriza, que otorgó incentivos fiscales y facilidades logísticas para atraer inversión extranjera.
Este esquema transformó el paisaje económico del norte de México, convirtiendo a ciudades como Nuevo Laredo, Tijuana y Ciudad Juárez en enclaves industriales estratégicos.
Para finales del siglo XX, Nuevo Laredo ya albergaba más de medio centenar de plantas, con una fuerza laboral superior a los 24 mil empleados.
La industrialización de la frontera norte
A lo largo de las décadas, el modelo maquilador se convirtió en un motor de desarrollo. Su contribución radica en la creación de empleo y la atracción de capital foráneo, además de la formación técnica de su fuerza laboral.
La instalación de parques industriales, nuevas rutas de transporte y servicios complementarios impulsó el crecimiento urbano y económico, integrando a Nuevo Laredo en la cadena global de manufactura.
Hoy, más de seis décadas después, la primera maquiladora sigue siendo un símbolo del origen industrial de la transformación de ;a frontera norte, un legado que redefinió la economía fronteriza y fortaleció los lazos comerciales entre México y Estados Unidos.
