Con el inicio de la temporada de lluvias, las calles de Nuevo Laredo se han convertido en un escenario de riesgo tanto para transeúntes como para conductores por la costumbre de las personas de retirar las tapas de las alcantarillas cuando llueve.
Esto genera graves peligros en la vía pública. Esta situación, que se intensifica con las precipitaciones, pone en peligro a peatones, motociclistas y automovilistas, quienes enfrentan la posibilidad de accidentes graves debido a la presencia de coladeras abiertas.
Las tapas abiertas de las alcantarillas
Este fenómeno se origina, en parte, por la acción de personas que, con el objetivo de acelerar el desagüe de las calles durante lluvias intensas, retiran las tapas de las alcantarillas.
Te podría interesar
Sin embargo, este acto, lejos de ser una solución, agrava el problema al permitir que la basura sea arrastrada hacia el sistema de drenaje, obstruyendo su funcionamiento y provocando que colapse en lluvias posteriores. Esto no solo causa daños en la infraestructura, sino que también incrementa el riesgo de inundaciones y deterioro de las vialidades.
La falta de tapas no es un problema nuevo en la ciudad, pero ha cobrado relevancia recientemente debido al aumento en los reportes de robos de estas piezas, especialmente las de metal.
Los vecinos denuncian que algunas personas las sustraen para venderlas en establecimientos de compra de fierro viejo a un precio bajo. A su vez, las tapas de plástico, que son más ligeras y fáciles de manejar, también son retiradas por los residentes durante los aguaceros, pero rara vez son repuestas, dejando los registros expuestos.
Verdaderas trampas
Esta situación convierte las calles de Nuevo Laredo en verdaderas trampas para quienes transitan por ellas. Las aperturas en las alcantarillas, muchas veces ocultas bajo el agua de lluvia, representan un peligro inminente, especialmente para motociclistas y automovilistas, quienes podrían sufrir accidentes o daños en sus vehículos al caer en estos huecos.
A medida que aumentan los casos de coladeras destapadas, también se incrementa la preocupación entre los ciudadanos por la seguridad vial y el estado de la infraestructura urbana.
Los conductores no solo enfrentan el riesgo de sufrir accidentes, sino también los costos de reparación de sus vehículos, ya que no existen mecanismos de compensación para este tipo de daños.
Esta problemática refleja la urgente necesidad de mejorar el mantenimiento de la infraestructura urbana en la ciudad.
Varias avenidas de Nuevo Laredo, en lugar de ser vías seguras para el tránsito, se han convertido en escenarios de riesgo debido a que las aguas turbias ocultan estos peligros, haciendo aún más difícil evitar accidentes.