Al menos, ocho de cada 10 personas que son atendidas en el IMSS por un síncope (desmayos), se debe a estímulos emocionales como estrés, ansiedad, temor, permanecer mucho tiempo de pie o estar en lugares encerrados.
Ante esta situación que puede afectar a cualquier ciudadano, personal sanitario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) exhortó a la población a conocer los síntomas de un desmayo, a fin de solicitar atención médica o apoyar en forma correcta a una persona en el momento que lo está padeciendo; esta entidad se caracteriza por una pérdida transitoria de la conciencia, de inicio súbito, corta duración y de recuperación casi inmediata.
Se considera que el 80 por ciento de las personas que son atendidas por esta causa, están relacionadas a las emociones como estrés, ansiedad, temor, permanecer mucho tiempo de pie o estar en lugares encerrados, y el 20 por ciento de los casos restantes es secundario a un problema directamente del corazón, que pueden ser alteraciones estructurales o arritmias, explicó el doctor Edgar Rojas Segura, coordinador de Programas Médicos del Área de Consulta de Especialidades de la Coordinación de Unidades de Segundo Nivel.
Te podría interesar
Dijo que antes de que una persona que esté pasando por esta situación de recibir atención médica, puede ser estabilizada, para ello, se debe colocar el cuerpo en posición horizontal a fin de restablecer el flujo a nivel cerebral y la circulación. Esta acción da una mayor posibilidad de evitar complicaciones a futuro.
Indicó que este padecimiento representa el 3 por ciento de la atención que se brinda en los servicios de urgencias del instituto; se observa más en niñas, niños y jóvenes entre la primera y segunda década de la vida, así como en mujeres.
Explicó que cuando una persona llega a los servicios médicos y describe los síntomas del desmayo, se realiza una historia clínica para conocer las situaciones que pudieron detonarlo, toma de signos vitales y de ser necesario, estudios complementarios como electrocardiograma en búsqueda de alguna alteración del ritmo cardiaco o un ecocardiograma por si tiene alguna anomalía en las válvulas o paredes del corazón.
Una vez que se determina la causa, se da tratamiento, en el caso de personas que no tienen problemas en el corazón, se les recomiendan medidas generales para cambiar hábitos de alimentación; si tienen presión baja, agregar un poco más de sal a los alimentos, actividad física en particular para las piernas y se les pueden recetar medicamentos a quienes padecen presión arterial baja.
Cuando el origen es cardiogénico y se presentan alteraciones en el ritmo, se puede colocar un marcapasos o dar manejo quirúrgico de acuerdo con el sitio donde se presente el daño; a estos pacientes se les da seguimiento con los especialistas en Cardiología y Medicina Interna, y posteriormente seguimiento con su médico familiar.
“La persona que llegue a tener un desmayo, es necesario que sea valorado en su Unidad de Medicina Familiar o llegar a un servicio de urgencias, a fin de descartar alguna situación que pudiera desencadenar otra complicación. Si esta situación llega a ocurrir en forma frecuente, es necesaria la vigilancia del personal de salud”, enfatizó.