Mientras que el suelo neolaredense se ha visto beneficiado por las recientes lluvias para estar libre de sequía, el área en donde se encuentra la presa La Amistad que surte de agua a esta frontera, se clasifica en estatus de sequía extrema, mientras que el embalse está en niveles críticos, con apenas un 19 por ciento de su capacidad, de acuerdo con estadísticas de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
En un año, La Amistad ha perdido hasta un 15 por ciento de su almacenamiento y, aunque no se han dictado medidas restrictivas aún, sino exhortos de reducir y cuidar el agua, la presa se encuentra en niveles considerados críticos.
Gran parte de los territorios de Tamaulipas y Nuevo León -así como muchas de sus presas- se encuentran sin sequía, según el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pues las lluvias de ‘Alberto’ y otros fenómenos que han impactado esta temporada, han rehidratado a ambas entidades, mientras que Coahuila -incluida el área de Acuña, donde se ubica la presa La Amistad- mantiene aún más del 82 por ciento de su territorio en algún grado de sequía.
Además de las extracciones usuales, a partir del 22 de enero La Amistad comenzó a liberar un volumen mayor del vital líquido con rumbo a la presa Falcón, a través del río Bravo, trasvase que duró hasta marzo y que costó al primero hasta un 6% de su almacenamiento. Para esta semana tanto en la región donde se ubica la presa La Amistad, como en Nuevo Laredo, el pronóstico contempla varios días con altas posibilidades de lluvias.