Este verano ha estado lleno de sorpresas, desde temperaturas que más parecen primaverales, lluvia intensa en julio, arribo anticipado de la mariposa “narigona” y, al cumplirse un mes desde el solsticio, un nuevo espectáculo estelar adornará los cielos de los dos Laredos: la Luna del Ciervo.
Este año, la Luna del Ciervo saldrá por el este al atardecer y se pondrá en el oeste justo antes del amanecer.
Este nombre proviene de las culturas nativas americanas, que notaron que en esta época del año los ciervos machos comienzan a desarrollar nuevas astas, cubiertas de piel.
Este proceso de crecimiento de las astas es un símbolo de renovación y fuerza, lo que inspiró el nombre de la Luna llena de julio.
De acuerdo con la NASA, esto hará que a determinada hora de la tarde, nuestro satélite se vea enorme en el horizonte y será también ideal para tomarle fotografías, pues la luz del Sol permitirá que no sólo nuestro satélite aparezca a cuadro.
Sólo hay que escoger el momento y “fondo” adecuado para agregarle un toque especial a esa toma. La Luna del Ciervo es conocida por impulsar el romanticismo que inspira a los poetas y también a quienes no escriben, pero sienten la influencia de cada etapa en su ánimo diario.
Su color será de un plata brillante debido a que el Sol competirá fuertemente con su intensa luz. No sólo es conocida con ese nombre, el pueblo cree le llama Luna de la Muda de Piel, y los anishinaabe la Luna de Mitad de Verano.
Los cherokees se van por la agricultura y la denominan la Luna de la Recogida del Maíz, mientras que los dakota optan por otro producto del campo y la llaman Luna de la Recogida de las Cerezas de Virginia, por estar asentados en esa zona.
Los algonquin y ojibwe la llaman Luna de Frambuesa, y los tlingit, la Luna de Salmón, la tribu de los western abenaki se fija en los fenómenos meteorológicos y la llaman Luna del Trueno, por ser época de tormentas eléctricas.