Desde hace nueve años, Adolfo es fiel admirador del grupo Pesado y la razón es porque a través de uno de los temas que interpreta, se convirtió en la más tierna y amorosa forma de expresión para decirle a su madre lo agradecido que está con ella por estar siempre a su lado.
Adolfito, como le llaman de cariño, fue diagnosticado con Síndrome Down, que no fue un impedimento para su joven mamá, Rosa Guadalupe Paredes Marrufo, educar y forjar a un excelente hombre.
“Gracias a Dios se le cumplió, se nos cumplió. Yo lo veía choqueado con mucha emoción y yo nunca dejé de temblar. Él escuchó la canción y como tiene problemas de lenguaje, pienso que al escucharla él sintió lo que él me quería decir, apenas escucha la canción y me voltea a ver a mí. Esa canción se identifica e identifica lo que él siente por mí”, expresó Rosy.
Adolfito concluyó sus estudios y capacitación laboral, por lo que ahora trabaja junto a su mamá en el comedor comunitario El Progreso, a cargo del Sistema DIF, en el área de cocina, como auxiliar; con su trabajo logró comprarse ya un acordeón con el que practica la música.
Él y su mamá, así como el resto de la familia, hacen un gran equipo y se han dado una gran calidad de vida. Ambos agradecieron, tanto al Sistema DIF como al gobierno municipal, la oportunidad de cumplir uno de sus más grandes sueños, conocer a Beto Zapata y el resto de los integrantes del “Grupo que vale lo que pesa”, Pesado.