Era quizá el acontecimiento más grande en las últimas décadas. Por fin, luego de una larga lucha en la que participaron ciudadanía, iniciativa privada y gobierno, en Nuevo Laredo se cristalizaría una meta: El Puente Tres.
Llamado oficialmente “Puente del Comercio Mundial”, este cruce es el resultado de un esfuerzo único que encabezaron los alcaldes Horacio Garza Garza, de Nuevo Laredo, y Betty Flores, de Laredo, Texas, quienes tomaron la batuta del proyecto y lo echaron a andar aun por encima del burocratismo.
Heriberto Cantú Deándar, entonces director general de El Mañana, había pedido desde días anteriores que la cobertura fuera aún más especial que la del día a día.
Había que tomar cada ángulo, había que entrevistar a cada una de las personas involucradas en el proyecto. Entonces, Javier Claudio cubría la “fuente” de la Aduana, el transporte y todo lo relacionado con el comercio exterior. Sus órdenes fueron “que nada quede sin cubrirse”.
Alrededor de este puente había un mundo de esfuerzos, de versiones, de barreras y muros echados abajo. Incluso, se consiguió el dinero de bancos, de instituciones, de dependencias federales, locales y estatales para lograr edificar el que se convertiría en el puente más importante de América Latina y el que mueve el mayor volumen de carga de exportación e importación entre México y Estados Unidos.
En la edición del 15 de abril del 2000, El Mañana tituló: “Hoy cruza el primer tráiler por el Puente III”, como una forma de describir la importancia de este gran acontecimiento.
Comenzaba una nueva era en Nuevo Laredo, una que significaba progreso, que significaba avance hacia las alturas, hacia la consolidación de esta frontera como la más importante de todo el país.
“Más de 6 mil vehículos de carga formarán parte hoy del primer cruce por el Puente III”, iniciaba la nota previa que publicó El Mañana en su portada de Locales.
Y se llegó el día. “¡Por fin!”, tituló ahora El Mañana al dar cuenta de este acontecimiento único, especial. El primer tráiler cruzó a las 8:13 de la mañana de ese domingo 16 de abril del 2000 aunque iba vacío, igual que los siguientes dos, fue hasta el cuarto que avanzó uno con carga. Ese fue el arranque, mas no la tan esperada inauguración oficial.
La ceremonia oficial del Puente III se realizó hasta el 25 de abril, por razones de agenda. Venía el primer mandatario de México, Ernesto Zedillo y George Bush, entonces aún candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos.
La edición del 26 de abril fue una de las más importantes en los 100 años que tiene El Mañana de cubrir el diario acontecer de los dos Laredos y la región. Un ejército de reporteros de El Mañana cubrió cada punto del nuevo cruce, siguió al presidente de México y a Bush, en cada paso, en cada aspecto. Los fotógrafos no perdieron ningún detalle de este hecho que marcó un antes y un después en la historia de los dos Laredos.
“Abren Laredos nueva puerta al comercio”, se leía en el título de la portada principal de El Mañana de Nuevo Laredo. Heriberto Cantú Deándar escribió en su editorial que por fin habían terminado 12 años en que se había negado un puente a Nuevo Laredo.
Y es que antes, la carga cruzaba, primero por el Puente Uno y luego por el Dos, incluso se había construido un bulevar para sacar de la ciudad los camiones de carga que formaban filas gigantescas y ahorcaban el tráfico de vehículos ligeros. “Los puentes de amistad se han incrementado”, dijo el entonces presidente Ernesto Zedillo. Entonces, el Fideicomiso del Puente Colombia de Nuevo León se dolió por la inauguración del tercer cruce en Nuevo Laredo.
“La guerra (de puentes) se confirma”, dijo Antonio Fuentes Flores, director de Fidenor en la portada de un periódico neoleonés. El título “llevaba jiribilla” y mucha: “Bloquea Federación el Puente Colombia”, sabedores que así, su cruce jamás pasaría por encima de Nuevo Laredo.
Hoy, Nuevo Laredo se consolida como el cruce líder en exportación e importación, cerca de 15 mil camiones de carga pasan a diario por el Puente del Comercio Mundial y el de Colombia queda aún muy lejos. Y mañana, lunes 15 de abril, los dos Laredos celebrarán 24 años del triunfo de su perseverancia sobre la burocracia, sobre los sacerdotes del pesimismo que lucharon por hundir a unas ciudades hermanas que han sobrevivido a todo y así será hasta el fin de los tiempos.