Hace un año, en el marco de las vacaciones de Semana Santa, las obras de remodelación de las casetas en el Puente II entorpecían el flujo vehicular, hoy, este escenario se repite, pero a mayor escala, con la reducción de carriles antes y después de pagar el peaje del lado mexicano, así como ya en el cuerpo del puente, además de la garita de ingreso a la aduana de norte a sur.
Circular por un carril de principio a fin no ha sido posible en el último año, pues antes de llegar a las casetas de Banjército -circulando de México a Estados Unidos-, las tres líneas del lado izquierdo se encuentran bloqueadas, por lo que los automovilistas deben utilizar las únicas dos filas disponibles de la extrema derecha, posteriormente, se abre brevemente un abanico para el pago de peaje en cinco casetas de CAPUFE.
Una vez realizado el pago, ya sea en una de las tres casetas de pago en efectivo o las dos de IAVE (pago automatizado), el “embudo” vuelve a reducir el tráfico a sólo dos carriles ya en el cuerpo del puente del lado mexicano, los tres carriles derechos son repavimentados desde hace más de un mes.
“Yo creo que todos queremos entender que estas obras eran necesarias, de hecho hace mucho que no se le hacía alguna mejora, pero también se debe entender que en un cruce tan importante y tan transitado como éste, no puede obstaculizarse así por tanto tiempo, ya llevan más del año así y simplemente no acaban”, expresó Jesús González.
Pasando la mitad del lado estadounidense, nuevamente se amplía la variedad de filas, hasta llegar a las casetas con los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
“No sólo de ida es un problema, de regreso por ahí de las 6:00 de la tarde, es prácticamente un hecho que hay que ‘chutarse’ otra filota, cuando se supone que debería ser más rápido”, agregó.
Llegar a México desde Estados Unidos por el Puente II, tiene también sus complicaciones y retrasos que con frecuencia genera embotellamientos que trascienden hasta la interestatal 35, pues en la aduana mexicana, otra serie de obras que están delimitadas con tablas de madera, generan una vez más, un “embudo” que dificulta el tráfico, especialmente en las horas pico y ahora en los días feriados.
Las obras comenzaron en noviembre del 2022, durante el 2023 se concretó parte de las casetas de peaje, aunque aún a inicios del 2024 se hacían algunos ajustes, y actualmente, estos trabajos parecen distantes de concluirse, al grado de que el puente pueda finalmente regresar a la normalidad en cuanto a su dinamismo.