Luego de 30 años de servicio a la salud, Yolanda Marín Pérez checó ayer por última vez en el reloj instalado cerca de la puerta principal de la Unidad de Medicina Familiar No. 78 del Seguro Social, en donde fue acompañada por sus compañeros, amigos y familiares.
Emocionada, Yolanda comentó que no será nada fácil irse del instituto, pero se va tranquila, contenta y muy satisfecha de la labor que hizo durante todos estos años, ya que desde niña siempre supo que quería ser enfermera.
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“Me voy contenta, alegre, satisfecha con todo lo que hice y logré en el instituto a lo largo de estos años”, expresó, al tiempo que los animadores de carnaval en zancos amenizaban la despedida sorpresa organizada por sus seres queridos.
Dijo que ahora tendrá mucho tiempo para dedicarlo a su familia, y lo más importante, a ella misma, por lo que disfrutará al máximo todo lo que día a día surja en su vida.
“Me voy contenta, con mucha salud y ahora sí a disfrutar a la familia, a dedicarme tiempo para mí, pero sobre todo, darle las gracias a Dios por todo lo que me dio”.
Añadió que si bien tiene muchos recuerdos, con nada puede pagar los gestos de agradecimiento de sus pacientes, que se lleva en su corazón todos esos momentos en su memoria, que alberga como sus más grandes tesoros.
Mientras ella se tomaba las últimas fotos con sus compañeros de labores, otros degustaban una comida que fue llevada para compartir con todas las personas que a lo largo del tiempo la acompañaron en su caminar por la enfermería.