Los panteones recibieron ayer las visitas de quienes honran a los niños que emprendieron el camino a la eternidad, a quienes se les recuerda día a día, pero que en este Día de Todos los Santos, se les trae con más fuerza a la memoria, al corazón.
La visita a los panteones es parte de una tradición mexicana que es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y que desde ayer se empezó a celebrar en todo México con la visita de miles de personas a los cementerios, uno de ellos el Panteón Municipal Antiguo de Nuevo Laredo.
A diferencia de otros días, esta vez el camposanto estuvo lleno de vida, con personas que iban y venían, algunos con flores, otros con cubetas y palas, para limpiar las tumbas de sus fieles difuntos.
Aunque muchos adelantaron su visita por el tradicional Día de Muertos, la mayoría fue para honrar a los niños que se adelantaron en el camino. Como es el caso de Manuela López y María Elena Pineda, madre e hija, que cada año procuran visitar a sus seres queridos que se adelantaron.
“Nosotros venimos cada año, el Día de Muertos, un día antes o un día después, pero procuramos que sea siempre en estas fechas”, dijo la señora Pineda, quien aseguró que son más de 10 difuntos de su familia los que descansan en este cementerio. A las afueras del camposanto no pueden faltar los vendedores de flores, ofrendas, cañas, antojitos mexicanos, fruta, pan, artículos religiosos, mientras que en el interior, trabajadores ofrecen su servicio para limpiar y desmontar tumbas.
"Tenemos arreglitos desde 50 pesos, naturales o artificiales, pero también hacemos más grandes que cuestan 800 pesos. Tenemos muchos en existencia, pero también hacemos al gusto del cliente”, comentó Reynaldo Flores, vendedor.
Hoy se espera mucha más afluencia en todos los panteones al ser el día de la celebración a los difuntos, incluso mañana domingo, todavía llegarían más a honrar la memoria de familiares y amigos que ya descansan en paz.