El Panteón Municipal Antiguo de Nuevo Laredo es un testimonio de la rica historia de la ciudad. Quienes han tenido la oportunidad de recorrerlo han conocido de cerca el arte funerario y la memoria colectiva de este lugar emblemático.
En este camposanto fronterizo existe una colección única de cruces, monumentos, bóvedas y herrerías, testigos silenciosos del paso del tiempo.
Personajes famosos del Panteón municipal
Entre los elementos más destacados se encuentran tumbas de personalidades ilustres de Nuevo Laredo. Santiago M. Belden, expresidente municipal, y Donaciano Echavarría, filántropo reconocido, descansan aquí, al igual que Juan E. Richer, historiador y periodista cuya labor es parte fundamental del legado cultural de la región.
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Además, sobresale la tumba de Lucio Blanco, revolucionario clave en la historia mexicana, cuyo sepulcro vacío sigue siendo un símbolo poderoso, ya que sus restos descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres en Coahuila.
El panteón no solo alberga figuras históricas, sino también arte funerario valioso que ha sido preservado a lo largo del tiempo. Entre las piezas más representativas se encuentran esculturas de mármol traídas a la ciudad durante la primera mitad del siglo XX.
Uno de los monumentos más antiguos data de 1880, lo que resalta la importancia de este cementerio como espacio histórico.
Con más de 17 mil 500 tumbas, el Panteón Municipal Antiguo quedó integrado a la mancha urbana a mediados del siglo pasado. Fue testigo de la Revolución Mexicana y de la pandemia de influenza española de 1918, dos eventos cruciales en la historia del país.
En 2015, se le declaró Patrimonio Histórico, lo que impulsó su conservación y la realización de visitas guiadas, fomentando el interés por sus historias y tradiciones ocultas.