Nada mata más a los neolaredenses que los males del corazón, pues diariamente hasta dos personas fallecen por males cardiacos. Se trata del principal órgano que rige vida al cuerpo y poco se cuida. Este año, según cifras de la Secretaría de Salud en el primer semestre del año, más de 313 personas han muerto por esta causa, es decir, al menos una defunción cada 13 horas.
Solamente bajo control en la Secretaría de Salud existen más de 4 mil 207 personas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad y con dislipidemias (concentración elevada de colesterol y/o triglicéridos), principales factores que vulneran al corazón al infartar o presentar accidentes cerebrovasculares, y cerca de un 30 por ciento desconoce que padece algunos de estos padecimientos.
“Aquí hay un punto muy importante: estas son las personas que tenemos activas con un monitoreo constante, pero hay 30 por ciento más que no han seguido su monitoreo, su valoración, que no tienen un tratamiento adecuado, mal apego al tratamiento, mal apego a la dieta, que no acuden al médico, y estos son datos alarmantes, ya que las cifras pueden ser más altas, pero estamos trabajando para atraer a este tipo de pacientes a nuestras unidades a que retomen el cuidado de su salud”, expresó Alejandro Barreiro Espericueta, coordinador de Servicios de Salud de la Jurisdicción Sanitaria.
Estas estadísticas cardiacas podrían incrementarse, si no se cambian los malos hábitos de vida por unos saludable, ya que se considera que en Nuevo Laredo, 40 por ciento de la población presenta alguno de los padecimientos anteriores y no lo sabe, hasta presentar complicaciones severas.
Barreiro Espericueta dijo que el problema en este tipo de padecimientos, es que se ha tenido un cambio, pues antes eran males que afectaban a los adultos mayores, y hoy se presentan en los jóvenes e incluso en adolescentes. “Antes se tenía un poco más cultura por el deporte, la gente se ejercitaba, salía más a las plazas en familia, a caminar, a jugar, y ahora la tecnología ha acaparado el tiempo, no sólo de los adultos sino también de los menores”, expresó.
Enfatizó que es importante que los padres comiencen desde la infancia a modificar todos estos malos hábitos, para que no se tenga que curar sino prevenir estas enfermedades, con estrategias de salud, y se eviten muertes prematuras como actualmente ocurre.