El Estado dio un plazo a concesionarios para mejorar el servicio del transporte público en Nuevo Laredo como parte del acuerdo para incrementar la tarifa en julio; sin embargo, la situación ha empeorado.
Los concesionarios locales habían formado un bloque para exigir al gobierno estatal que autorizara el aumento a la tarifa entre uno y dos pesos, pero éste se disolvió ante diferencias de los empresarios, lo que terminó debilitando la iniciativa del aumento.
“El bloque que querían hacer todos ya se disolvió, debido a que se tenía que crear una empresa sana, pero éstos siguen operando bajo las mismas condiciones actuales, entonces en 60 días se va a empezar a retirar, porque no ha habido cambios y en lugar de mejorar, van peor. Vamos a iniciar con los retiros de las concesiones”, informó Gilberto Martínez Arcega, delegado del Transporte en Nuevo Laredo.
Destacó que actualmente en el Estado se están dando algunas pláticas empresariales, ya que una de las justificaciones por las que el concesionario exige el aumento es el robo que se hace y que no ha sido regulado, pues sólo se reporta el 50 por ciento del pasaje diario al empresario, lo que se determinó al enviar sorpresivamente a un contador manual a supervisar.
En Nuevo Laredo, se está analizando el número de concesiones que existen -mil 027-, cuántas son taxis, escolares, urbanos, etcétera, para de ahí partir.