Con una serie de precipitaciones recientes, gran parte del territorio tamaulipeco ha dejado atrás la sequía que prevaleció durante gran parte del año, mientras que en el caso de Nuevo Laredo se encuentra en calidad de “moderada”, pero los campos de la región han mostrado una considerable recuperación que se manifiesta con el color verde de la vegetación.
En las últimas 24 horas se han registrado al menos 7.11 milímetros de precipitaciones en el área conurbada de los dos Laredos; sin embargo, en los ranchos de la región las lluvias han sido más abundantes y benéficas.
Ricardo, quien tiene un rancho al poniente de la ciudad, ha visto su pequeña presa abastecerse de agua y sus pastos reverdecer con las lluvias de las últimas semanas.
El Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ha registrado la transición de Nuevo Laredo de sequía extrema para reducir su condición a severa y posteriormente a moderada.
Una de las jornadas más copiosas y que contribuyeron a que disminuyera la crisis en la región, ocurrió la mañana del domingo 23 de abril, cuando se registró una lluvia atípica que dejó al menos 40 milímetros de precipitaciones -que equivalen a poco menos de dos pulgadas- en el área del Puente Internacional 1, en un lapso menor a media hora, acompañada de viento, relámpagos, rayos y hasta granizo, mientras que en algunos sectores del área conurbada de la ciudad se registraron hasta 4.5 pulgadas de lluvia.
En días subsecuentes, incluso este fin de semana, continuaron presentándose diversas precipitaciones, y la crisis queda atrás.