La caseta de cobro de Sabinas-Hidalgo, Nuevo León, se ha convertido en un dolor de cabeza no sólo para el sector transportista, también para los usuarios particulares que durante las últimas semanas se han enfrentado filas kilométricas ante el constante cierre de carriles y un continuo fallo de lectores de pago que derivan en retrasos de dos a tres horas, además de múltiples accidentes vehiculares que se traducen en pérdidas de vidas y económicas.
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Ante esta situación, organismos de la iniciativa privada sumados a las autoridades municipales y estatales están planeando cuatro puntos de posible solución ante el gobierno federal, así lo hizo saber el presidente de la Asociación de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo, José Ignacio Zaragoza Ambrosi.
“Las principales causas del problema son los continuos fallos de los lectores de pago electrónico, ya que, al fracasar la lectura, los tráileres tienen que reacomodarse o cambiar de carril en la caseta, lo que implica mucho tiempo de maniobras para conseguir el espacio suficiente que necesitan los choferes para maniobrar; en otros casos, el chofer tiene que dictar el número del TAG al personal de la caseta para una captura manual, lo cual retrasa la operación y anula el sentido de tener tecnología para hacer más eficiente el proceso.
"Sumado a esto, los choferes denuncian que hay un solo carril exclusivo para los lectores electrónicos de pago por lo que al haber fallas, toda la fila se debe mover a otro módulo. Pero esto no termina aquí ya que hay veces en que la falla es general en todos los módulos, teniendo que esperar ahí los camiones a que los sistemas vuelvan a funcionar”, dijo Zaragoza Ambrosi.
Los puntos son: Que los lectores funcionen a la perfección, más carriles y módulos en las casetas para atender la demanda de la carga que cada día aumentará, personal para atender las contingencias y evitar congestionamientos y ubicar cerca de la caseta, áreas de descanso para los tráileres.
Durante un recorrido de El Mañana de Nuevo Laredo por la carretera este fin de semana, se observaron filas de hasta 10 kilómetros generadas al llegar a las casetas de cobro Sabinas, que ya no deberían existir, pues la concesión venció desde el 2011, pero fue renovada a petición de la empresa que la administra.
El fin de semana, fue menor el flujo de vehículos, tanto ligeros como pesados, sin embargo las quejas fueron muy similares a las