Alexa es una pequeña guerrera de tan solo un año de edad que podría considerarse un verdadero milagro de la ciencia médica, después de sobrevivir a siete neumonías que la mantenían con nulas probabilidades de vida.
El Doctor Víctor G Jiménez fue clave para poder salvar la vida de la bebé, quien tenía muy poco a su favor para salir adelante. Ésta es su historia.
Alexa, la pequeña guerrera
El Doctor Jiménez se sorprendió cuando a su consultorio llegaron los padres de Alexa y le empezaron a explicar el grave estado de salud de su pequeña.
A pesar de tener solo unos meses de vida, Alexa ya había sufrido siete neumonías, un número inimaginable, incluso, para una persona adulta.
El galeno se enfrentaba a un caso complicado y se enfocó en buscar una solución inmediata porque la vida de la niña se encontraba en peligro letal. Al estudiar el expediente de la menor, el Doctor notó algo muy raro: se dio cuenta que en su organismo existían alteraciones en algunas de las células de su sistema inmunitario desde el nacimiento.
Las células de memoria inmunológica son las encargadas de defender el organismo al momento de enfermar.
Para agravar la situación, la madre de Alexa se encontraba en una situación complicada por su diálisis.
Hacía falta un estudio que requería de una suma cuantiosa de dinero para realizarlo, por lo que el médico decidió enviarla con uno de sus colegas a la ciudad de Reynosa. Desgraciadamente, en la ciudad fronteriza tampoco contaban con lo adecuado para realizar los exámenes.
El tiempo pasaba rápidamente y cada minuto era vital, por lo que el mismo especialista se trasladó a la ciudad de Monterrey con una muestra de sangre de la niña para realizar la prueba.
Lo que en un principio el médico sospechaba fue confirmado: la falla inmunológica era muy grave y la única solución era un trasplante de médula ósea. Las probabilidades de la salud de Alexa se redujeron a esa única opción: en caso de no realizarse el procedimiento la muerte de la niña era inminente.
Inmediatamente los miembros de un equipo de especialistas se pusieron de acuerdo para salvar la vida de Alexa. Médicos locales y foráneos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hicieron un gran equipo humano y el Doctor logró que una trasplantologa aceptara el caso.
Llegó el día de la cirugía y la suma del esfuerzo del equipo clínico que la asistieron durante el trasplante rindió frutos. El procedimiento quirúrgico fue todo un éxito.
Ahora todo dependía de la evolución postoperatoria de la paciente.
Afortunadamente, la pequeñita respondió bien y en los exámenes posteriores se confirmó que su enfermedad había desaparecido. Actualmente, sus padres la llevan solo a citas para darle seguimiento.
El médico agradeció al IMSS, pero sobre todo, a sus colegas que intervinieron en este prodigio de la ciencia que hicieron que la pequeñita de un año, prácticamente sin posibilidades de sobrevivir, pudiera haber recibido un tratamiento que en el sector privado hubiera costado millones de pesos.
La decisión del Doctor Víctor G Jiménez fue dura y arriesgada, pero el tiempo y los hechos le dieron la razón y ahora, cada vez que Alexa llega a su consultorio, la gratitud eterna de sus padres y la enorme sonrisa de agradecimiento que la pequeña le brinda, es su más gran recompensa.