Mientras que miles de familias se reunirán hoy para convivir, cenar e intercambiar regalos junto a un árbol navideño, para las personas sin hogar podría ser una noche como cualquier otra, sin embargo, está dentro de las posibilidades compartir con los que menos tienen.
Si bien pueden encontrarse en toda la ciudad, el primer cuadro, particularmente las plazas ubicadas en ese céntrico sector, es donde más se ubican las personas en situación de calle.
Si usted quiere compartir alimento con alguna de las personas sin hogar, la plaza ubicada frente al Hospital General Solidaridad, suele ser un punto de reunión, tanto en el kiosko como en sus alrededores, así como la avenida Guerrero, entre las calles Madero y Maclovio Herrera, en las banquetas.
“Me deportaron hace como 10 años, pero aquí me quedé, me gusta vivir en la calle, ya en mi casa no regreso, perdí todo, hasta mi familia, porque usted sabe que cuando uno tiene vicios pierde todo.
Navidad, no sé qué es eso, para mí es un día como cualquier otro y pues mi único deseo es que la gente siga teniendo un plato de comida para nosotros”, expresó Fernando, originario de Puebla, con más de 70 años.
Cada uno de ellos tiene una historia antes de llegar a vivir en esas condiciones, muchos fueron arrastrados por los vicios como el alcoholismo e incluso su vida ha terminado ahí sobre una banqueta o una banca en la que suelen dormir cubriéndose con cobijas viejas y desgastadas, en ocasiones hasta húmedas, porque los alcanza la lluvia, o entre cartones y plásticos que los protegen del frío en el invierno o el calor en el verano.
Para ellos, no hay un abrazo de Navidad, sólo un plato de comida que algunos organismos o particulares llevarán con todo el corazón para así mitigar un poco la soledad en la que viven día a día.