El Panteón Municipal Antiguo de la ciudad data de 1878 y consta de veinte divisiones en tramos de los cuales sacaron el de mayor antigüedad; el Ayuntamiento lo declaró patrimonio histórico de Nuevo Laredo en el tramo primer antiguo, informó Raymundo Ríos Mayo, presidente de la Sociedad Histórica de Nuevo Laredo.
“En estos espacios están enterrados algunos de los fundadores de la localidad, así como algunos de sus descendientes, el primer alcalde electo de la villa de Nuevo Laredo en 1848, de un exgobernador interino de nuestro estado de Tamaulipas y gran número de quienes fueron funcionarios federales, estatales y municipales, además destacados ciudadanos”, dijo.
Detalló que el panteón lo forman el primer tramo antiguo, segundo primero, tercero primero, tercero primero sin número, primero norte y primero sur, el conjunto de seis tramos a gestión de la Sociedad Histórica de Nuevo Laredo Asociación Civil, el Ayuntamiento tomó el acuerdo de cabildo en sesión celebrada el 6 de mayo del 2011, y lo declaró patrimonio histórico.
Explicó que con el propósito de reconocer a ciudadanos que formaron parte de grupos militares durante la Revolución Mexicana iniciada en 1910 por Francisco I. Madero y citando como primer evento el 13 de febrero de 1913 celebrado enterrados de Nuevo Laredo, “el último evento y la batalla relacionada con la Revolución en nuestra ciudad sucedido el 15 de febrero de 1924, acudimos a este monumento funerario, en particular el lote de veteranos revolucionarios y honrar a los legionarios, de oriente a poniente, en la esquina noroeste está la tumba de Ezequiel Reyes Uribe, quien fue en 1915 presidente de Nuevo Laredo”.
Recordó que el 17 de abril de 1915 falleció al poniente de esta ciudad el general Maclovio Herrera Cano, en virtud de que pasaron varios días de la muerte del general y haber sido embalsamado la indecisión de si se sepultaba en Nuevo Laredo o en otra ciudad.
"El señor Zeferino Herrera Cano, hermano del militar, decidió fuera sepultado, por lo cual Ezequiel Reyes facilitó un terreno que previamente había adquirido; debido al exceso de trabajo dedicado a restaurar la ciudad que había sido incendiada el año anterior por miembros del ejército huertista, don Ezequiel fallece el 7 de mayo de 1915, es decir, 20 días después del general Herrera.
La placa de esta tumba se refiere a Ezequiel Reyes y no existe una tumba designada a Maclovio Herrera, cuyos restos fueron exhumados en una ceremonia militar el 27 de enero de 1935 y trasladados fuera de nuestra ciudad.
“En el pasillo fundadores, de sur a norte, está la tumba de Donaciano Echavarría Lozano, considerado Benefactor por la Unificación de Veteranos de la Revolución y grupo 3 de legionarios; el 2 de noviembre de 1958 levantaron una lista de veteranos fallecidos y consideraran y distinguen a Echavarría Lozano en la lista que fue confirmada por el teniente coronel legionario Ubaldo Palacios y el sargento primero legionario Julián Reyes”.
Fue presidente municipal en Nuevo Laredo en 1920-1921 y durante su gestión se instaló en la localidad la base militar aérea, que constaba de ocho aviones, el capitán 2º Tomás F. de la Garza, distinguido revolucionario.
Se inició como soldado bajo las órdenes del General Francisco Naranjo en el Batallón División Treviño, donde sirvió por 10 años, fue un distinguido militar de la Revolución; radicado en la ciudad por su calidad de hombre honesto fue electo presidente municipal de Nuevo Laredo en 1903, 1905, 1906 y 1907. “Mejoró la instrucción primaria, compró libros y materiales para los estudiantes y trabajó arduamente luego del desastre que dejó el ciclón en 1905 para reparar los daños causados y la Banda de Música Municipal fue fundada durante su mandato como presidente de Nuevo Laredo y su trayectoria de trabajo”, concluyó.