Con grandes y pequeños arreglos florales en diversos tonos, algunos llenos de alegría, otros tantos con tristeza en el corazón pero con gran esmero por sentarse frente a una tumba para recordar a sus muertos, así llegaron cientos de personas a los panteones municipales en los que desde el m ié rc ole s comenzó la tradicional celebración del Día de Todos los Santos y Día de los Muertos.
Ernestina Díaz junto a su sobrina Janeth Esquivel, como cada año acudieron al panteón para recordar a quienes se les adelantaron, entre ellos mamá, papá y hermanos.
“Cada año estamos aquí presentes, no solo por ser Día de Muertos pues mi hermano viene seguido a la tumba de mamá. Hoy vamos a limpiar un poco, recordamos anécdotas, que también esas son diarias, no solo hoy, pero es un día especial”, expresó Ernestina, con voz entrecortada pues la nostalgia le invadía el pensamiento.
Son cinco los familiares a los que fueron a visitar a colocarles flores nuevas y limpiar la lápida en la que se pueden apreciar los nombres de quienes sus restos están juntos. Ernestina y Janeth esperaban contentas al resto de los integrantes de la familia que más tarde compartirían los alimentos en los puestos de comida que se instalaron por los festejos tradicionales.
OFICIAN MISA
En punto de las 12:00 del mediodía mientras la gente seguía llegando al panteón antiguo, por la puerta lado norte, Monseñor Enrique Sánchez Martínez en honor a los fieles difuntos.
“Venimos un momento para unirnos a las personas que vienen a visitar a sus muertos, nos unimos en la fe en la oración, a través de la misa, de la eucaristía, a pedir por todos los que están en este panteón”, expresó el Obispo de Nuevo Laredo.