Se llegó el 2 de noviembre, Día de Muertos, el día en el que millones de mexicanos acuden a los cementerios para visitar a las personas que se adelantaron el camino.
En Nuevo Laredo, miles acudieron para abarrotar los dos panteones municipales, los cuales se prepararon con días de anticipación para dejarlos en las mejores condiciones para recibir a la gente.
Con cubetas en mano y un sinfín de arreglos florales, los asistentes limpiaron las tumbas, retiraron maleza, colocaron flores nuevas, rezaron y algunos lloraron al extrañar al ser querido.
Familias completas acudieron bien abrigados hasta los panteones, en donde ya los esperaban comerciantes con flores de plástico y naturales de todos los colores, así como puestos de comida para aquellos que desearan comer.