Nuevo Laredo la arropó cuando más lo necesitaba y ella encontró la ciudad ideal para darle la vida que soñó a sus cuatro hijos desde hace 17 años al subirse por primera vez a un tráiler.
Luz de Luna Clara, su "10-28" en el gremio de los traileros, se convirtió en una de las reconocidas y queridas operadoras de tráileres en México. Su carácter y su amabilidad han permitido que Clara Fragoso se haya abierto camino desde hace casi dos décadas en un mundo dominado por hombres.
Te podría interesar
Decidida, fuerte, ambiciosa y enamorada de las carreteras, así es Clara, una duranguense que, orillada por la violencia doméstica, abandonó su ciudad hace años y se cobijó en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en donde recibió el apoyo de su hermana y encontró felicidad y estabilidad junto a sus hijos. Esta es su historia.
De Chihuahua a Nuevo Laredo
"Mera necesidad", así resume Clara su llegada al mundo del transporte. Sin embargo, llegó a él después de huir del maltrato doméstico que vivió de su esposo cuando sus cuatro hijos eran pequeños.
"Estuve casada 15 años, me casé súper jovencita, cuatro hijos, pero fue mucha violencia. Creí que eso era lo normal en una relación, los pleitos, los gritos, la violencia. Desafortunadamente yo no tenía la información ni las herramientas de que no era así", cuenta resignada.
Después de aguantar tanto, la operadora decidió cambiar de aires y alejarse de lo que vivía. No sabía hacer nada más que ser ama de casa, pero tenía que hacer algo para mejorar su vida y la de sus hijos.
"Después de muchos momentos difíciles dije: '¡ya basta!'. Agarré a mis hijos, papeles y un poco de ropa y cobijas y me fui a Nuevo Laredo, soy de Durango. Aquí tengo una hermana, ella me dijo 'yo te voy a ayudar'. En una de las decisiones más difíciles era 'qué voy a hacer sola con mis cuatro hijos, qué les voy a dar de comer'. No sabía hacer nada más que lavar, planchar y cuidar niños y por eso no pagan".
Así que al llegar a la ciudad fronteriza, la querida trailera encontró un trabajo de servicio al cliente en el restaurant de una agencia aduanal. Ahí comenzó a tener contacto con operadores, algunos solamente de lejos. Se enteraba de aventuras, historias... y de algunos sueldos.
"Escuchaba lo que platicaban y que ganaban mucho dinero, me llamaba mucho la atención porque tenía una necesidad bien grande por mis hijos.
"Encontré el CECATI de Nuevo Laredo. Ahí tomé el curso de capacitación. Lavaba, planchaba, limpiaba casas, preparaba comida, me iba alas pulgas a vender lo que fuera para tener un poco de ingresos en lo que terminaba mi curso de operadora de tractocamión", y así fue como comenzó el sueño.
Un nuevo problema: ser mujer
Ya con todos los conocimientos en la teoría y en la práctica sobre cómo manejar un tráiler, Clara se enfrentó a un problema mucho más grande: encontrar trabajo.
Más allá de la experiencia, la conductora se topó con la barrera del género. Ser mujer era el problema que tendría que enfrentar para poder comenzar a trabajar.
Terminé el curso y no me daban trabajo por ser mujer, por no tener experiencia, pero más por ser mujer.
Después de pasar esa barrera, el problema es afuera de las empresas; lugares que no están adecuados para mujeres operadores, en los que no hay regaderas para ellas ni baños, pues el gremio históricamente ha sido de hombres.
Como ha podido, Clara ha sorteado con esas carencias y se las ha arreglado como ha podido, pero los lazos familiares, el dejar a sus hijos en casa, no cuidarlos, no saber si ya comieron, si hicieron la tarea, saber que están enfermos y no poder cuidarlos "la parte más difícil, la emocional, la ausencia".
La guapa conductora, ahora ya con 7 nietos, tiene una relación con sus tractocamiones. Le guiñaron el ojo y le cambiaron la vida. Nunca ha tenido miedo de manejarlos, tiene emoción y disfruta la adrenalina de subirse a una unidad casi todos los días, pero el verdadero estrés proviene de la inseguridad.
"Con el paso del tiempo la inseguridad en México nos hace más temerosos, de vivir con miedo, de que en algún momento nos vayan a asaltar".
Ha manejado todas las marcas y transmisiones de tractocamiones; de carga en caja seca doble remolque, con material peligroso, cajas secas de 53 pies, termo, con pipas y contenedores, pero su especialidad es el doble articulado.
Hace 8 años tuvo un accidente, pero salió avante. Al tráiler le explotó el tanque de diésel e impactó con otra unidad, Clara sufrió quemaduras en la cara, en las dos manos, en el abdomen, en la espalda. El carro fue pérdida total.
Y por supuesto, siendo una mujer en un ambiente de hombres y en un país machista, Clara sufrió hostigamiento, acoso e intimidación de algunos de sus compañeros, mientras que otros han sido claves para su aprendizaje y crecimiento hasta la fecha.
Nos hicieron creer que era un trabajo sólo para quien traía los pantalones bien puestos, pero también las mujeres lo estamos haciendo…. Rompiendo estereotipos, vamos por nuestros sueños.
De las carreteras al hitazo en redes
Las redes sociales han sido muy benévolas para Clara, pues en ellas encontró una forma de transmitirle a la gente sus experiencias sobre su tráiler y explicar las situaciones que vive día a día.
No necesita enseñar de más ni caer en otro tipo de acciones para tener seguidores; solamente con ser auténtica y expresarse de forma natural como acostumbra hacerlo en la vida real.
Una de las carreteras que más disfruto es las Cumbres de Maltrata, me siento como en las nubes. Tiene una vista hermosa a la hora que la transites, ya sea ascendiendo o descendiendo.
Ahora esta experimentada trailera espera que más mujeres se sigan sumando al mundo de los tractocamiones y así puedan recorrer las carreteras del país, demostrando que ser mujer no está relacionado con ser mejor o peor frente al volante.
Búscala en sus redes sociales
Facebook: Luz De Luna Clara
Instagram: luzdelunaclara
TikTok: luzdelunaclara.11