Luego de haber perdido más de una cuarta parte de su almacenamiento, La Amistad, presa encargada de surtir de agua a los dos Laredos, regresó este fin de semana a los niveles con los que había iniciado el año, al 34 por ciento, extendiendo de esta manera el abasto para el uso doméstico.
El descenso comenzó el 11 de marzo y a lo largo de 152 días perdió más de una cuarta parte de su capacidad, entre trasvases y retiro de agua para uso doméstico, alcanzando el 22 por ciento, que representó su punto más bajo, el 10 de agosto.
Te podría interesar
A ese punto, el panorama era crítico e incierto para garantizar el abasto a mediano plazo, afortunadamente entre la segunda quincena de agosto e inicios de septiembre, se registraron más de 367 milímetros de precipitaciones en el área de los dos Laredos, pero una cantidad mucho mayor río arriba, suficiente para regresar en el transcurso de 29 días (entre el 18 de agosto y el 16 de septiembre) al embalse La Amistad a los niveles que tenía al arrancar el 2022, alcanzando el 34 por ciento.
“Han ido incrementando los niveles de las presas debido a estas lluvias y que han sido un beneficio a corto plazo, esto nos garantiza el abastecimiento para usos municipales”, explicó David Negrete Arroyo, titular de la Comisión Internacional de Límites y Aguas en Nuevo Laredo (CILA).
Esto no quiere decir que la presa que surte de agua a los dos Laredos está en niveles óptimos, incluso no es suficiente para destinar el recurso al riego, pero sí extiende la garantía de abasto para el uso doméstico. Nuevo Laredo pasó de sequía severa a moderada entre julio y agosto, según el Monitor de Sequía de Conagua, luego de que las precipitaciones comenzaron a aminorar la clasificación en la que se encontraba.