El 16 de septiembre del 2014 representa para los habitantes de la colonia Infonavit Fundadores el triste recordatorio de la terrible tragedia registrada por una explosión. Las imágenes dantescas parecían las de una zona de guerra, con resultados desalentadores hace ocho años: la pérdida de vidas humanas.
Minutos después de las nueve de la mañana el estruendo se escuchó y asustó a todos en la popular colonia, más allá de los daños en las viviendas de interés social o en los vehículos, el motivo: una acumulación de gas en la calle Privada Emilio Barrera #26.
Un fuerte olor se percibía en el ambiente.
Se registraron la pérdida de Socorro Cárdenas Tapia y el menor Alfonso de Jesús Nájera, quien falleció más tarde por las heridas, además de cinco personas lesionadas. Al lugar llegó el entonces alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Cantúrosas Villarreal, para supervisar los rescates y hablar con los afectados.
De inmediato los vecinos empezaron a salir de sus viviendas. El panorama era un caos y aparecieron elementos de bomberos, Protección Civil, voluntarios de la Cruz Roja, Policía Militar y Federal.
La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) implementó el Plan D-N III, empezó a prestar servicio a los afectados y personas atrapadas entre los escombros para rescatar vidas y trasladarlas a hospitales para su atención.
El panorama era desolador: vehículos volteados, casas destruidas o con fisuras, techos colapsados, algo nunca visto por la magnitud de la explosión en un día conmemorativo.
Los neolaredenses no olvidan y recuerdan la tragedia a ocho años de esa terrible huella.