En Nuevo Laredo hay más de 2 mil 460 migrantes en espera de pedir asilo en Estados Unidos, la cantidad es considerable, para el Padre Marvin Aijic, esto se trata de una crisis migratoria ‘invisible’ pues muchos de ellos se han incorporado a empleos temporales en la ciudad, desde albañilería hasta de guardias e intendencia en diversos negocios locales.
“Consideramos que sigue siendo una crisis humanitaria fuerte, desde su llegada a mediados de abril siguen siendo números muy altos. Lamentablemente no es tan visible para la comunidad porque han sido dispersados, acomodados buscando una mejor logística de atención, aunque eso no significa que la verdadera atención ha sido ofrecida”, dijo el padre a cargo de la Casa Migrante Nazareth.
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Además de darles alojamiento en los diversos albergues, esta oleada de migrantes han logrado emplearse, lo que les permite además de tener una distracción emocional, poder solventar algunos gastos.
Para el padre Marvin, la crisis migrante podría ser invisible, pues a pesar de que esta oleada ha encontrado una manera de subsistir, existen muchos otros desafíos a los que se enfrentan.
“Nuestro miedo es que esto se convierta en una crisis invisible, que no se ve, pero solo nosotros nos damos cuenta, que las personas tratan la manera de insertarse en la sociedad, vemos personas que están trabajando ya, que van y regresan con su mandado, es decir en esta parte digamos que la población migrante ha logrado civilmente buscar insertarse en la espera; eso es lo que más nos favorece, que no ha habido mayores disturbios, motivos de alarma, pero sí vemos también los recursos para ellos se les están acabando en estos dos meses de espera”, refirió.
En la Casa del Migrante se sirven diariamente 2 mil platos de comida, además de brindar servicio en este albergue, existe otro, en el que se atiende solamente a mujeres, en su mayoría embarazadas, que van por su semana 33 o 34 de gestación y que requerirán de servicios médicos y otros.
“Nosotros seguimos ofreciendo acomodación, alojo y todo lo demás, servicio de atención primaria, en la Casa del Migrante 1 y también con el servicio en Casa Migrante Nazareth 2, la diferencia entre una y otra es que la mayoría de los beneficiarios son un gran número de mujeres embarazadas que están en el sexto mes de embarazo y esto significa que hay otros desafíos, médicos, mentales y de salud, porque estamos hablando de que ya están en la semana 33 o 34, qué estamos de verdad buscando ofrecer si seguimos a ese ritmo”, señaló.
La Diócesis de Nuevo Laredo apoya con los alimentos además de seguir contando con la ayuda de los ciudadanos, es así como la Casa del Migrante Nazareth se ha logrado mantener; actualmente se tienen cerca de 450 beneficiarios entre haitianos y otras nacionalidades y aunque poco a poco se reciben por parte de Estados Unidos a migrantes, no deja de ser una preocupación para las autoridades.
“Los familiares que los estaban apoyando empiezan también ya a agotarse los recursos; vemos que los climas empiezan a empeorar, los días son cada vez más calurosos y sobre todo también estos virus que empiezan a propagarse, pues no dejan de ser una preocupación también para nosotros. Por parte de Estados Unidos, siguen con la propuesta del título 42, lo único que están haciendo es esta excepción casi como título 8, es decir por razones de crisis humanitarias los procesamos, son números muy bajos, además ellos nos reciben también ingresos de otros abogados y casos personales que van siguiendo, pero la cifra no supera las 30 personas procesadas al día”, puntualizó. El padre Marvin Aijic considera que 30 trámites al día son pocos, por ello se habla de que aún pasarán meses en esta frontera.