Se estima que el dos por ciento de la población sufre de epilepsia crónica, padecimiento por el cual perdieron la vida 9 personas, durante el 2021.
La epilepsia es una enfermedad neurológica que se caracteriza por la presentación de crisis o ataques, sucede porque ocurre una descarga neuronal desordenada y excesiva en algún sitio del cerebro y afecta a cualquier edad, pero frecuentemente aparece en la infancia y en la adolescencia, donde se presenta el 75% de los casos.
Te podría interesar
Francisco Mejía Barrientos, jefe de la Jurisdicción Sanitaria No. 5, explicó que la crisis epiléptica se caracteriza por la pérdida del conocimiento y temblores violentos de las cuatro extremidades del cuerpo, dilatación de pupilas, exceso de saliva y flemas, además de dificultad al respirar.
Sin embargo, existen otras manifestaciones de esta enfermedad que pueden ser menos detectables como la mirada pérdida, sensación extraña en alguna parte del cuerpo, percepción de olor desagradable, sensación rara en la boca del estómago, entre otros.
En este sentido, dijo que los síntomas varían de una persona a otra, pueden llegar a ser episodios de ausencia, mientras que otras personas tienen pérdida del conocimiento acompañado de temblores violentos, ya que estos eventos dependen de la lesión del cerebro afectada y la causa de la epilepsia.
Mejía Barrientos, dijo que las convulsiones o crisis epilépticas dependen de la parte del cerebro afectado, menos de un 50% de los casos se logran identificar con una tomografía computarizada o resonancia magnética.
De acuerdo con la OMS en el mundo la epilepsia afecta a 50 millones de personas, mientras que en México existen alrededor de 2 millones con este padecimiento.
Si bien, la epilepsia puede controlarse con medicamentos, cambios en el estilo de vida y en ocasiones con cirugía para reducir o desaparecer las crisis, pero si no se controla, puede conducir a graves consecuencias sociales, psicológicas y económicas.
Finalmente, destacó la importancia de que los médicos de primer contacto, así como los trabajadores de la salud en general, reciban un entrenamiento en la atención de la epilepsia, para que las personas con esta enfermedad y sus familiares reciban toda la orientación e información adecuada a su padecimiento y poder ayudarlos a tener un majo control.