VIALIDAD

‘Atoran’ el Puente 2; abren pocas casetas

Cruzar a Laredo, Texas, para los residentes fronterizos se complica por las obras que realizan en el Juárez-Lincoln, que avanzan a un paso muy lento

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Escrito en NUEVO LAREDO el

En las últimas semanas a pesar de que el cuerpo del puente internacional número 2 esté vacío, se puede hacer hasta una hora o más de fila, pero detrás de las casetas de Capufe, pues sin importar que estamos en la temporada de mayor flujo vehicular, no siempre se habilitan todos los módulos de cobro.

Esta problemática complica otros aspectos, como la fila destinada a los residentes locales, ubicada a la extrema derecha, que con frecuencia pierde gran parte de su beneficio cuando sólo hay una o dos casetas abiertas, obligando a la línea “rápida” a integrarse a las de la derecha, quienes deben dar “chance” a los fronterizos.

“La iniciativa de la fila local es buena, pero de nada sirve si al llegar a las casetas se tiene uno que incorporar a la fila normal y esperar a que a uno le den chance de pasar, por eso es que aunque esté el puente a la mitad o menos, se hace una hora o más para cruzar, porque todo el atorón está del lado mexicano, detrás de las casetas de Capufe”, explicó Jimmy Vázquez, residente de Laredo.

Hace más de un mes comenzaron obras para mejorar de este cruce, que han mantenido durante todo ese tiempo, en el marco de la temporada de mayor flujo de viajeros vacacionistas o compradores de Fin de Año, operando con menos casetas de las usuales.

La fila fronteriza o local consiste en incorporarse a la linea de la extrema derecha del bulevar Colosio por la calle 20 de noviembre, a través de la Degollado girando por Belden o Nicolás Bravo, sin embargo al llegar a las casetas de cobro de peaje de Caminos y Puentes Federales (Capufe), los locales deben inclinarse a la izquierda, usualmente combinándose con las filas regulares, debido a que sólo hay dos módulos habilitados, escenario que ocurre con frecuencia.

Una vez que el usuario ingresa al cuerpo del puente debe hacerse una sola fila hasta llegar a la mitad del cruce en donde aún existe una barricada de parte de las autoridades estadounidenses, que funciona como un primer punto de preinspección para constatar que los automovilistas y acompañantes tengan visas o documentos aprobados para ingresar a territorio norteamericano; de ese punto en delante las filas suelen ser mucho más fluidas.