Cruzando mar, bosque y selva, los Zamor llegaron desde Haití a Nuevo Laredo; a pesar de las adversidades, no pierden la esperanza de encontrar un mejor futuro.
Con una sonrisa en su rostro Emmanuel y Manethe comentaron cómo la travesía inició sólo con ellos dos al salir de Haití; al encontrarse en Chile nació Debora, quien en noviembre cumple dos años.
Los Zamor no contemplan el sueño americano, sino el mexicano, pues luego de su largo viaje por Latinoamérica, este es el país en el que han hallado mejores condiciones de asentarse.
“Yo quiero buscar un trabajo para poder estar legalmente en México y confío en Dios que así será. Nosotros salimos de Haití por la pobreza, queremos mejorar, pues no tenemos a nadie, sólo nosotros. Ya tocamos varias puertas para buscar albergue, pero en todas nos han dicho que no, que no podemos quedarnos”, expresó Emmanuel.
Ayer miércoles llegaron desde Tapachula hasta esta ciudad, donde al arribar a la plaza cívica municipal se encontraron con una pareja, quienes se ofrecieron para darles abrigo por lo menos una noche, ellos forman parte de la comunidad cristiana y extendieron una mano a la familia extranjera.
Emmanuel es un hombre de 50 años que ha trabajado en la construcción y, aunque ha buscado la manera de solicitar el asilo por parte de las autoridades de Estados Unidos, su objetivo es quedarse en México.
“Ha sido muy difícil el camino, hemos visto personas morir, en la selva, en el río; ha sido un caminar muy largo salir de Chile para llegar hasta aquí, donde estamos seguros que Dios tiene algo para nosotros”, expresó el hombre, que sabe ya un poco de español.
Emmanuel y Manethe esperan cumplir su sueño y no es el de residir en Estados Unidos, sino el de vivir de una manera digna y con un mejor futuro para su pequeña hija Debora.