Hoy se conmemora el 95 aniversario de la construcción del Reloj Público ubicado en la plaza Miguel Hidalgo, inaugurado un 15 de septiembre de 1926, desde entonces su icónica estructura forma parte del paisaje urbano de la primera puerta de México.
La construcción fue llevada a cabo por la extinta dependencia Junta Federal de Mejoras Materiales (JFMM), por iniciativa de la academia Verdi.
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En el periodo 1925-1927 la directiva de la JFMM estuvo a cargo del General Esteban Baca Calderón como presidente, José S. Moreno y Donaciano Echavarría Lozano, doctor Adolfo Salinas Puga, vocales, sustituto Vicente Cárdenas y el tesorero Octaviano L. Longoria.
La estructura del inmueble consiste en una torre Art Nouveau formada por tres cuerpos revestidos en cantera blanca, colocada sobre un zócalo de planta cuadrada con cuatro escalinatas en la acera norponiente de la plaza ubicada en las calles Doctor Mier, González y las avenidas Ocampo y Galeana en el corazón de la ciudad.
La altura del inmueble es de aproximadamente 15 metros, el segundo cuerpo tiene adosadas cuatro columnas de estilo clásico y en el tercero se encuentra la máquina de un reloj con cuatro carátulas con iluminación por la noche.
Testigo mudo de acontecimientos significativos que han escrito la historia de la localidad, el reloj de la Plaza Hidalgo, erguido con su resplandeciente blancura, es considerado un ícono de este puerto fronterizo.
Desde hace 95 años el reloj de la plaza Hidalgo, como se le conoce en la comunidad neolaredense, marca las 24 horas del tiempo transcurrido por cada día con el repique del clásico, propio y único tintineo que se escucha en todo el sector de lo que hoy forma parte del Centro Histórico Municipal de Nuevo Laredo.