Por segundo año consecutivo los festejos del domingo de Pascua fueron en casa debido al Covid-19, pero en el caso de los laredenses, esta vez no fue por obligación, sino porque así lo eligieron.
En el caso de Laredo, por disposición oficial se permitiría el acceso a las familias para convivir en los parques de la ciudad, aunque con algunas restricciones derivadas del Covid-19, tal es el caso del Lago Casa Blanca, una de las áreas recreativas predilectas, contemplaba permitir un máximo de 750 familias para pasar el día ahí, sin embargo al igual que otros espacios recreativos, lució con muy poca gente.
Lo anterior se pudo constatar en un recorrido realizado por El Mañana en el que se visitaron los principales parques de la ciudad, en los que la ausencia de visitantes durante todo el día, era en algunos casos absoluta.
Nuevo Laredo por su parte había dispuesto de manera oficial el cierre de parques y el patrullaje de elementos policiales para evitar el acceso a los espacios públicos que no estaban cercados, al igual que el año pasado, por esta razón se mantuvieron libres, no obstante en toda la ciudad se apreciaban festejos domiciliarios.
En redes sociales miles de ciudadanos de ambos Laredos publicaron imágenes de sus festejos, en su mayoría de carácter muy familiar con grupos reducidos en domicilios particulares y en ranchos de la región.
Tradicionalmente parques como el Viveros, Mendoza, Laguito y Patinadero concentraban a cientos de familias que desde días antes acudían a estos espacios para apartar un lugar para poder convivir el domingo de Pascua, aprovechando el día para asar carne y quebrar cascarones llenos de confetti o llenar de espuma a sus familiares, amigos y a otros asistentes, ayer esas dinámicas sí ocurrieron, pero ya no de forma multitudinaria en los tradicionales parques de la ciudad.