La vida útil del llamado colector Ribereño ha caducado, se trata de un tramo de más de 18 kilómetros de tubería que ante la imposibilidad de reemplazarlo de inmediato, se está reparando por etapas, como parte de un proceso paulatino de saneamiento de la ciudad.
“Hoy en día se están haciendo trabajos de rehabilitación; en la parte céntrica que es donde está el colector ribereño, vemos por la Aavenida de las Américas, donde está el Parque Narciso Mendoza, se hacen trabajos de reparación y en el centro histórico donde también cruza el ribereño, también se está rehabilitando”, explicó el ingeniero David Negrete, actual representante de la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA) en Nuevo Laredo.
PROAGUA 2021
La rehabilitación del colector Ribereño se lleva a cabo mediante el programa Proagua 2021, con una inversión bipartita entre la federación y el municipio.
La obra tiene una inversión de 24 millones 109 mil 230.59 pesos, el 60% con recurso municipal, el resto por parte del gobierno Federal, que beneficiará a más de 40 mil habitantes.
Los trabajos se realizarán sobre la calle Victoria, desde la Morelos hasta la calle Abasolo y dará continuidad a los trabajos de reparación del hundimiento generado frente a Comapa.
Los trabajos de rehabilitación, se espera concluir en un plazo de cinco meses y consta de tres etapas, la primera es que será de la calle Escobedo hasta Abasolo, segunda de Abasolo a la América y por último, será de América a la Calle Esteban Baca Calderón, donde termina el Parque Narciso Mendoza.
DESCARGAS
Según los datos más recientes de la CILA actualmente son 547.12 litros por segundo las descargas en total que se generan en la ciudad, siendo el arroyo El Coyote y el arroyo La Joya donde se da el más alto flujo, con 275.83 y 117 litros por segundo respectivamente.
Negrete resaltó que la situación del aumento en los últimos tres años, casi al doble, de estas descargas corresponde a la vida útil de los colectores y su situación actual debe irse resolviendo de a poco, pues se requiere ir priorizando.
“No podemos al cien por ciento sanear la ciudad, tiene que ser paso por paso; hay que empezar por la prioridad, es importante que la ciudadanía lo entienda de esa manera”, expuso sobre el colapso de los colectores.
“El colector ribereño ya llegó a su vida útil, pero estamos hablando de 18 kilómetros, entonces no puede llevar una reparación a corto plazo como quisiéramos, tiene que ir por tramos”.
Los esfuerzos de la CILA han estado en gestionar ante las autoridades competentes el apoyo que se requiere, en este caso por parte de Comapa, como encargado del tratamiento de aguas residuales por normatividad y de la Conagua.
“A nosotros nos interesa que se mejore la calidad del agua del río Bravo, pero es una problemática que no se puede dejar de atender nunca, no es una solución de un día a otro”, dijo Negrete.
El ingeniero dio a conocer que, gracias a los monitores que se realizan día a día, han constatado que el agua que se trata en la planta internacional ha superado en porcentajes su calidad, cumpliendo con las normas establecidas en ambos lados de la frontera.