Quizás no exista una calle que honre el nombre de Leonor Villegas Magnón, la heroína neolaredense de la Revolución Mexicana, pero eso no le quita la importancia trascedental de esta mujer nacida en esta ciudad fronteriza.
Te podría interesar
Ella fue una de las pioneras en idear el servicio de auxilio médico a los combatientes heridos en las zonas de conflicto, una práctica para ayudar ante la angustia que significa quedar herido en medio de una batalla, sin acceso a ninguna asistencia.
La labor humanitaria de la neolaredense Leonor Villegas Magnón
Leonor Villegas se dio cuenta de esta necesidad y durante la época de la Revolución Mexicana fundó la Cruz Blanca, para ayudar a los combatientes heridos en las batallas entre las fuerzas porfiristas y revolucionarias.
Leonor Villegas, nació en Nuevo Laredo, México, en 1876, hija de Joaquín y Helosia Villegas. Durante su niñez y adolescencia fue educada en Estados Unidos y de joven se casó con Adolpho Magnón, ciudadano americano, en 1901.
A la muerte de su padre en 1910, Leonor con sus tres pequeños hijos, regresó a México y fundó un jardín de niños en su hogar que llevó el nombre de "Rebelde".
Sangre de periodista
Junto con su amiga Jovita Idar fundaron el periódico "La Crónica de Nuevo Laredo" editado por Joaquín Idar.
Corría el año de 1913 cuando Nuevo Laredo se convirtió en el escenario de varias batallas cruentas de la Revolución Mexicana, lo que provocó la salida de una gran parte de sus habitantes, entre ellos a la familia Idar.
Durante uno de estos asaltos armados, Don Joaquín fuer herido gravemente, Leonor acompañó a la familia de su amiga para atravesar el Río Bravo para llegar a territorio norteamericano y ponerse a salvo.
Durante esta travesía Leonor se da cuenta de la necesidad de atención médica de los revolucionarios heridos y decide organizar un cuerpo de enfermeras de primeros auxilios, y así crea y dota de recursos a la Cruz Blanca en 1914.
En enero de 1914, al terminar un sangriento encuentro de las fuerzas carrancistas en Nuevo Laredo, Lea Señora Villegas adaptó su hogar su hogar, cochera y escuela de Laredo en improvisados hospitales para los soldados heridos que pudieron cruzar el Bravo.
Rescata a soldados retenidos en Laredo, Texas
Más de 100 hombres heridos del bando de combatientes que encabezaba Venustiano Carranza fueron tratados en las salas de emergencia improvisadas.
Funcionarios americanos intentaron arrestar a los heridos, pero Leonor organizó el escape de varios pacientes entreteniendo a las autoridades americanas mientras los revolucionarios que se podían mover eran vestidos con ropa civil para que pudieran huir.
Sin embargo, cuarenta hombres lesionados no pudieron moverse y fueron encarcelados en la fortaleza McIntosh, en Laredo, Texas.
Villegas contrata a un abogado para poder liberar a los combatientes. Debido a su persistencia consiguió una audiencia con el gobernador de Texas, Oscar B. Colquitt para solicitar su intervención a favor de los soldados, pero fracasó en su intento.
Más tarde, la secretaria del estado a través del político estadounidense, líder del Partido Demócrata, Guillermo Jennings Bryan y consiguió la libertad de los soldados mexicanos retenidos.
Escribe libro antes de morir
Semanas más tarde, Leonor Villegas de Magnón y 25 enfermeras se desplazaron a Ciudad Juárez para ser parte del Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza y viajaron con ellos a la ciudad de México como parte del cuerpo militar.
Al triunfo de la Revolución Mexicana Leonor Villegas fue reconocida con cinco medallas al valor por su importante labor en la línea de combate.
En el año 2010 develaron una estatua de ella, la única que existe en el país, la cual se ubica en la Calzada de Los Héroes en el poniente de la ciudad de Nuevo Laredo.
La neolaredense Leonor Villegas Magnón murió en la ciudad de México el 17 de abril de 1955. Antes de fallecer, la valiente mujer escribió un libro autobiográfico llamado "Rebelde", donde narra sus experiencias en los combates de la Revolución Mexicana.