El reloj marcaba las 8:00 un sábado por la noche; Angela comenzaba a arreglarse, era día de salir al antro con su mejor amiga; estudiaban en universidades diferentes, pero llegaba el fin de semana y se reencontraban para pasarla bien en el centro de la ciudad, cuando aún existían las discotecas, allá en los noventa.
“Eran otros tiempos, a las 10:00 ya estábamos entrando al antro, antes se hacían largas filas para ingresar, pero nosotras teníamos suerte, los chavos que estaban en la puerta nos dejaban pasar y en la barra siempre nos atendían rápido, eran nuestros amigos. Eran otros tiempos totalmente distintos a los de hoy en día”, expresó Angela.
Así como ella, muchos neolaredenses y residentes de la región y de Laredo, Texas, lograron disfrutar de los mejores tiempos con espacios recreativos para la juventud en aquel momento, que hoy gozan entre los 35 y hasta 50 años de edad.
Señor Frogs, Los Sombreros, Vivant, Firenzzi o Rafael de México, durante muchos años fueron los lugares preferidos no sólo de los neolaredenses, también de cientos, quizás miles de turistas que llegaban a Nuevo Laredo desde el viernes por la tarde, dejando una derrama económica principalmente en el Centro Histórico de la ciudad, donde el comercio tenía su auge.
Hubo más discotecas, salones de baile que surgieron en esa época, pero hoy en día sólo han quedado los recuerdos en la memoria y corazón de quienes llegaron a asistir a esos lugares.
Algunos edificios han sido derribados, otros remodelados y jamás vueltos a abrir, quedando sólo espacios viejos, abandonados y maltratados.
“Ya no queda nada de aquellos lugares que nos tocó visitar, donde la gente bailaba, se divertía hasta largas horas de la madrugada sin que pasara nada, caminabas por el centro sin temor. Hoy todo eso solo queda en nuestra memoria. Dichosos a los que nos tocó esa época”, expresó Angela.
Los 90, al ritmo del recuerdo
Los fines de semana eran casi siempre de correr contra el reloj para estar listos para ir a bailar y reencontrarse con las amistades
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NUEVO LAREDO
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