El comportamiento del dólar en picada prolongada abrió una nueva etapa en el panorama cambiario nacional, al instalar un ambiente donde la moneda mexicana mantiene un impulso sostenido frente a los ajustes monetarios previstos en Estados Unidos.
Desde el inicio de la semana anterior, los operadores han observado un retroceso continuo del billete verde, fenómeno que ha configurado un escenario de menor tensión en los cruces internacionales y de una fortaleza inesperada para el peso.
Dólar en caída prolongada
En las primeras horas de la jornada de este sábado 6 de diciembre, la sesión inició con un nivel promedio cercano a los 18.18 pesos por unidad, una variación moderada pero suficiente para extender la dinámica descendente que ha caracterizado las últimas operaciones.
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Este registro refleja un desplazamiento constante que se ha mantenido gracias a una combinación de factores externos, principalmente aquellas señales económicas que han surgido desde el entorno financiero estadounidense.
Durante los días previos, especialistas en análisis de mercados han señalado que esta trayectoria responde a un tono más prudente en las decisiones de inversión, ante la expectativa del siguiente comunicado de política monetaria que emitirá la Reserva Federal.
Sin cambios bruscos y con un rango estrecho proyectado entre 18.13 y 18.24 pesos para las horas posteriores, instituciones como Monex prevén una estabilidad relativa que coincide con la baja volatilidad de la semana.
Los movimientos acumulados muestran una contracción semanal del 0.68% para la divisa norteamericana, cifra que se ajusta a una disminución anual superior al 12%.
Baja del dólar podría extenderse
Este punto ha sido interpretado por analistas como una señal de redistribución en los flujos globales, donde la demanda del dólar como refugio financiero ha cedido temporalmente ante otras alternativas más atractivas.
Al cerrar la semana, los operadores coinciden en que esta tendencia podría extenderse si los indicadores económicos de Estados Unidos continúan generando incertidumbre moderada. Ante ello, el mercado se mantiene alerta, observando cada variación que pudiera modificar el sesgo actual del dólar en picada prolongada.
