La comunidad educativa del Centro de Torreón atravesó una mañana marcada por la conmoción, luego de que una maestra de 61 años falleciera de manera repentina mientras impartía clases; el hecho fue atribuido preliminarmente a un infarto agudo al miocardio, dejó desconcierto y un profundo vacío entre colegas, estudiantes y familias.
El incidente ocurrió alrededor de las 10:00 horas, cuando la profesora Rosalba Espino Madrigal se desvaneció dentro del aula ante la mirada de quienes presenciaron su colapso, de inmediato se pidió apoyo a los cuerpos de emergencia, lo que generó una movilización en el plantel.
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Paramédicos de la Cruz Roja de Torreón llegaron con rapidez, pero pese a los intentos por reanimarla confirmaron que ya no presentaba signos vitales, declarándola sin vida en el sitio.
Recuerdan su legado
Tras conocerse el fallecimiento, redes sociales se llenaron de mensajes hacia la maestra Rosalba, principalmente, exalumnos compartieron recuerdos, agradecimientos y anécdotas que retratan su calidez, su humor y el impacto emocional que tuvo en varias generaciones.
Algunas despedidas la describieron como guía, confidente y apoyo en momentos difíciles. Una de ellas la recordó como “mi amiga y mi pañuelo de lágrimas”, mientras otro testimonio evocó su peculiar forma de celebrar el talento de sus estudiantes: «¡He creado un monstruo!», frase que muchos recordaron con cariño.
