La Delegación Toluca de la Cruz Roja Mexicana atraviesa un momento de duelo. Cruzberto, el gato naranja que con el tiempo se volvió parte del equipo (un acompañante constante entre ambulancias, guardias nocturnas y regresos difíciles) murió luego de un accidente provocado por la imprudencia de un conductor en la zona hospitalaria.
Su pérdida no solo golpeó al personal, también a una comunidad digital que lo adoptó desde la distancia; para muchos, Cruzberto no era una mascota: era una presencia que daba calma en medio del desgaste emocional que implica trabajar en emergencias.
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De acuerdo con la delegación, el felino fue atropellado en las inmediaciones de la base, y lamentablemente no hubo oportunidad de auxiliarlo. La muerte de Cruzberto reabre una conversación necesaria sobre los riesgos viales en una zona de alto flujo vehicular y la urgencia de una cultura que respete a los animales que habitan el espacio urbano.
Lo despiden en redes
A través de redes sociales, la Cruz Roja Toluca lo despidió con un mensaje breve y rotundo: agradecieron su compañía y recordaron la alegría que llevó a la base desde el día en que pasó de ser un gato sin hogar a convertirse en parte de la familia.
Su historia, de hecho, había sido un símbolo de resiliencia: fue rescatado, adoptado y reconocido por su manera de recibir a paramédicos tras jornadas complicadas, su imagen acompañó campañas, recaudaciones y mensajes de adopción responsable. Se volvió un rostro familiar para quienes seguían el trabajo de la Cruz Roja.