La ola de hechos delictivos en el Estado de México continúa en ascenso. Entre robos, asaltos y agresiones que ponen en riesgo la vida e integridad de las personas, el municipio de Toluca volvió a ser escenario de un nuevo golpe a comercios. Esta vez, el blanco fue una sucursal de Bodega Aurrerá, donde un par de sujetos encapuchados ingresaron durante la madrugada para sustraer artículos de alto valor sin ser detenidos.
El robo quedó registrado en cámaras de seguridad y el material exhibe la facilidad con la que los responsables vulneraron el sistema de la tienda. En las imágenes, uno de ellos trepa un muro exterior y, sin mostrar su rostro, comienza a desactivar manualmente la alarma colocada en la parte alta del acceso. Con calma y precisión, el individuo desmonta pieza por pieza el mecanismo hasta dejarlo inservible, impidiendo que emitiera cualquier sonido.
Una vez neutralizado el sistema, el sujeto desciende por el mismo muro, donde un cómplice lo espera para comenzar el saqueo. Ambos ingresan directamente al área de bodega la zona donde se almacenan productos antes de colocarlos en los estantes y comienzan a seleccionar mercancía específica.
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Según información presentada por el periodista Carlos Jiménez, los delincuentes se enfocaron únicamente en equipo electrónico y de cómputo, entre ellos celulares, computadoras portátiles y televisores. El botín final supera el millón de pesos en mercancía.
Este caso se suma a otros robos similares difundidos en el programa C4 en Alerta, donde se han mostrado incidentes en tiendas 3B, Oxxo y otras sucursales de la misma cadena Bodega Aurrerá. Para autoridades y especialistas, esta repetición evidencia un patrón delictivo cada vez más frecuente en negocios del Estado de México.
El Código Penal Federal establece que el robo ocurre cuando una persona se apodera de un bien ajeno sin derecho ni consentimiento, y contempla penas de tres a diez años de prisión, además de multas que pueden alcanzar los mil días de salario.
Las sanciones pueden aumentar si el delito incluye violencia, si los artículos robados se venden posteriormente o si el monto sustraído es elevado, como en este caso.
Hasta el momento no se ha informado sobre personas detenidas, y el caso ya ha sido turnado a las autoridades correspondientes para dar seguimiento a las investigaciones. Mientras tanto, el hecho vuelve a encender las alarmas sobre la vulnerabilidad de los comercios y la necesidad de reforzar la seguridad en la región.
