Una familia denunció un presunto robo en una vivienda de la colonia Los Olmos, contigua al área afectada por la explosión registrada la noche del 28 de noviembre, luego de que un inmueble estallara por un almacenamiento ilegal de pirotecnia, la queja señala la desaparición de 140 000 pesos en efectivo, además de joyas y videojuegos.
La denuncia presentada ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Nuevo León detalla que los hechos ocurrieron en la casa marcada con número 533 de la calle Olmos Pumila. Según la versión de la afectada, durante la emergencia, cuando policías municipales y bomberos ingresaron a la zona por el incendio, les impidieron el acceso al domicilio por un operativo de seguridad.
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No fue hasta la mañana del 29 de noviembre cuando el hijo de la denunciante regresó al hogar y encontró que el efectivo guardado debajo del colchón había desaparecido, la madre, dueña del dinero, había confiado ese resguardo. También reportaron la falta de anillos y videojuegos del hogar.
La FGJ-NL confirmó que ya abrió una carpeta de investigación que permanece activa, con diligencias en curso para esclarecer los hechos; las autoridades buscarán determinar quién ingresó al inmueble y bajo qué circunstancias se cometió el presunto hurto.
Este incidente ha generado inquietud entre vecinos, quienes cuestionan el control del perímetro durante el operativo de emergencia. La explosión en la colonia Los Olmos provocada por supuesto almacenamiento clandestino de pirotecnia dejó como saldo cuatro personas fallecidas, varias viviendas destruidas y decenas de desplazados.
Además del daño estructural y emocional que dejó la explosión, el presunto robo abrió una nueva línea de tensión entre los habitantes, quienes ahora no solo cargan con la pérdida de su patrimonio, sino también con la sospecha de que la emergencia pudo haber sido aprovechada para delinquir, para muchos, el incidente evidencia la vulnerabilidad en la que quedaron tras el estallido.
Vecinos consultados coincidieron en que esperan una respuesta clara de las autoridades, pues consideran que los operativos de seguridad deben garantizar tanto el control del área como la protección de los bienes en los inmuebles evacuados. Aseguran que la incertidumbre por lo ocurrido agrava el clima de desconfianza que persiste desde la noche de la explosión.