Javier “Chicharito” Hernández cerró oficialmente su etapa con el Club Deportivo Guadalajara con una serie de publicaciones en Instagram donde dejó ver un proceso personal mucho más profundo que una simple despedida deportiva.
El delantero habló del cierre de ciclo como un espacio que le dejó lecciones de fuerza, humildad y valentía, en donde evitó cualquier pose de perfección y fue directo: no busca ser perfecto, busca ser real; sus palabras estuvieron dirigidas tanto a sus seguidores como a la afición rojiblanca, con un mensaje que aborda la idealización que se coloca sobre las figuras públicas y la importancia de la autocompasión.
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En total compartió tres publicaciones y una historia, dos de ellas son galerías donde reúne momentos de su paso por Chivas; en la historia se le ve con los ojos irritados, probablemente tras haber llorado, y sumó un reel con una reflexión al estilo de aquellas que lo volvieron tendencia con el famoso “interesante”.
¿Qué dijo Chicharito tras su salida?
Hernández inició reconociendo el amor que siente por el Guadalajara, pero pronto movió el foco hacia su filosofía de crecimiento personal: no hay éxito sin sombras ni caídas, y aunque reconoció que su carrera ha sido “bendecida”, también ha atravesado momentos duros.
“No soy perfecto. Tengo una carrera bendecida llena de errores, malos momentos, miedos y vergüenzas. Pero ese soy yo, dispuesto a cambiar, crecer y levantarme de cualquier error. El deporte es para unir, para ver nuestro potencial, para aprender a apoyarnos en la derrota”, compartío.
Uno de los ejes centrales del mensaje fue la crítica a la idealización de las personas exitosas, pues explicó que cuando alguien alcanza la cima, el público proyecta sus propios sueños y expectativas, dejando de ver a la persona real. Para él, condenar a alguien por equivocarse es “el verdadero error”, porque fallar es inevitable cuando se busca crecer.
“Da miedo fallar por el reproche, el castigo y la condena, pero equivocarse es inevitable y más si quieres crecer. Lo que diferencia a una persona que ya logró su éxito de otra que no, es que el exitoso ha cometido más errores”, señaló el delantero.
Hernández reforzó esa idea con la analogía de Rumy, un personaje que se vuelve líder no por ser perfecto, sino porque fue quien más cayó y aprendió a integrar su sombra, para él, el deporte debe servir para unir y mostrar el potencial colectivo, incluso en la derrota.
