En México, la práctica de la danza de los matachines se transmite principalmente en comunidades, parroquias y grupos de colonias que preservan esta tradición devocional sin necesidad de escuelas formales.
Danzar como matachín es una tradición entre familias de México que buscan integrarse a una tradición profundamente arraigada en celebraciones religiosas.
Aprender a bailar como matachín
Aunque esta práctica no se enseña en academias formales, las ciudades y pueblos mantienen espacios públicos donde los interesados pueden iniciarse desde cero y comprender el sentido espiritual de la danza.
Te podría interesar
A diferencia de otras disciplinas, los grupos de matachines funcionan como grupos abiertos en los que los nuevos integrantes aprenden a través de la convivencia y la repetición de pasos.
Estos equipos suelen reunirse durante parte del año, pero intensifican sus prácticas conforme se aproximan las festividades guadalupanas.
En muchos casos, son los propios líderes comunitarios quienes coordinan las sesiones, brindando apoyo a quienes buscan integrarse sin experiencia previa.
Las parroquias católicas locales también desempeñan un papel central. En capillas y templos se organizan ensayos previos a peregrinaciones, donde se enseñan pasos básicos, desplazamientos y el uso ritual de instrumentos como sonajas y arcos.
Para quienes buscan iniciarse de manera accesible, esta opción es frecuente, especialmente en los meses de diciembre y mayo, cuando suelen hacerse convocatorias abiertas al público.
Hay particulares que ofrecen talleres de danza tradicional que incluyen rutinas inspiradas en prácticas regionales. Aunque no se centran exclusivamente en los matachines, funcionan como una iniciación útil para desarrollar coordinación, ritmo y presencia escénica y solo se requiere disponibilidad para asistir con regularidad.
Respecto al vestuario, los interesados pueden adquirirlo mediante artesanos locales, costureras recomendadas por los mismos grupos o tiendas en línea que venden trajes completos con penachos, faldones y accesorios. Los precios varían según los materiales y la talla, pero suelen ser accesibles.
