La Cámara de Diputados analiza dos iniciativas del Ejecutivo federal que podrían transformar las monedas de uso cotidiano en México. Se trata de propuestas para modificar las características de las monedas de 10 y 20 pesos, un ajuste que busca incentivar su circulación, reducir costos y modernizar los materiales con los que se fabrican.
Los proyectos fueron enviados recientemente a comisiones, donde se revisarán los estudios técnicos del Banco de México (Banxico) que respaldan estos cambios. Y, aunque parezca un tema menor, la falta de circulación especialmente de las monedas de 20 pesos ya representa un problema real para el sistema monetario del país.
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¿Por qué cambiar la moneda de $20 pesos?
De acuerdo con los análisis de Banxico, la población no utiliza las monedas de $20 en transacciones diarias porque se las quedan de recuerdo.
Un número impactante: 57% de las personas admite guardarlas como colección, mientras que 79% dice que “no son comunes” porque casi nunca les llegan en pagos o cambio. En vez de circular, estas monedas terminan en botes, alcancías y cajones, lo que reduce su utilidad como efectivo.
Para revertir esto, la iniciativa propone:
Incentivar su uso cotidiano
Estandarizar el diseño para que sea más familiar, fácil de reconocer y compatible con máquinas, terminales y clasificadores automáticos.
Cambiar los materiales
Se busca usar los mismos metales que han dado resultados desde 2019:
- Aro de bronce-aluminio
- Centro de alpaca plateada
Esto abarataría costos y permitiría una manufactura más eficiente.
Diseño permanente del Templo de Kukulkán
El motivo representaría Chichén Itzá, ícono nacional e internacional. Tendría elementos de seguridad, como una imagen latente.
Además, el formato sería dodecagonal, preferido por el 88% de los encuestados, más fácil de manipular y más inclusivo para personas con discapacidad visual. Las monedas actuales seguirán circulando temporalmente hasta que Banxico determine su retiro.
¿Qué pasará con la moneda de $10 pesos?
El segundo cambio propuesto no es sobre su diseño, sino sobre su material interno.
Actualmente, la parte central de la moneda se fabrica con alpaca plateada, una aleación costosa. La iniciativa plantea sustituirla por acero recubierto de níquel, que ofrece:
- Mayor resistencia al desgaste
- Menor costo de producción
- Mejor desempeño en máquinas de pago y lectores automáticos
- Durabilidad comprobada en pruebas de corrosión, fuerza y autenticación realizadas por la UNAM y la Casa de Moneda
El diseño seguirá siendo el mismo: misma forma, mismo color, misma imagen, solo cambia el material.
¿Cuándo entrarán en vigor?
Todo depende del proceso legislativo en San Lázaro. Si las iniciativas se aprueban, habrá un periodo de convivencia entre las monedas actuales y las nuevas, el retiro definitivo lo definirá Banxico.
Mientras tanto, las monedas de $10 y $20 continúan siendo totalmente válidas, por lo que pueden seguir utilizándose sin restricciones.