El retorno del bisonte a Cuatro Ciénegas, Coahuila, es el inicio de la restauración ecológica del territorio y sitúa a esta región como un laboratorio vivo para el manejo responsable de fauna nativa.
La reciente incorporación de 44 ejemplares al área de protección conocida como Reserva El Santuario refuerza un plan que busca restituir el equilibrio natural y consolidar un futuro sustentable para el desierto coahuilense.
Bisontes en Cuatro CIénegas
La iniciativa fue impulsada por la Fundación Pro Cuatro Ciénegas, organización que pretende convertir este espacio en un referente nacional mediante programas de investigación, capacitación ambiental y turismo de bajo impacto.
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Su enfoque se centra en crear condiciones óptimas para que las especies emblemáticas vuelvan a tener presencia estable dentro de sus territorios históricos.
Especialistas en manejo de vida silvestre y autoridades ambientales han señalado que los animales muestran una adecuada respuesta al nuevo hábitat. El objetivo a mediano plazo consiste en permitir que la manada se afiance, se reproduzca y, eventualmente, contribuya al incremento regional de la población de grandes herbívoros nativos.
Reparación histórica
El bisonte americano, reconocido como el mamífero más voluminoso del continente, prosperó durante siglos en el norte del país hasta que la cacería indiscriminada lo erradicó por completo en esta zona.
Su reintroducción no solo representa un acto de reparación histórica, sino que también recupera un agente clave para la salud del ecosistema.
Su forma de alimentarse mantiene a raya el sobrecrecimiento de hierbas, facilita la regeneración de vegetación diversa, oxigena los suelos y mejora la infiltración hídrica en los terrenos áridos.
Actualmente, otros refugios conservacionistas también albergan grupos de esta especie, como la Reserva Natural El Carmen, que incorporó animales en 2019 y ha logrado avances positivos.
