El colorante Rojo 3, conocido también como eritrosina, es un aditivo ampliamente utilizado en la industria alimentaria mexicana para otorgar tonalidades brillantes a productos como helados, gelatinas, dulces y bebidas saborizadas.
Este aditivo, recientemente prohibido en Estados Unidos por su posible vínculo con efectos cancerígenos, aún forma parte de los 23 colorantes artificiales permitidos por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en México.
Productos en México que contienen colorante Rojo 3
En enero de 2024, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) determinó que la exposición prolongada al colorante Rojo 3 puede ser cancerígena en ratas de laboratorio debido a un mecanismo hormonal observado en especímenes masculinos.
Aunque la evidencia en humanos sigue siendo insuficiente, esta decisión ha encendido las alarmas en otros países y podría influir en futuras normativas internacionales. En Estados Unidos, la eliminación de este colorante de alimentos y medicamentos se implementará gradualmente, con plazos hasta 2028 para medicamentos ingeridos.
En México, la Cofepris regula el uso de eritrosina basándose en parámetros establecidos por el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA).
Este organismo define límites de ingesta diaria admisible para garantizar la seguridad alimentaria. Productos como leche saborizada, bebidas alcohólicas, cereales, frituras y jarabes para la tos de color rojo brillante suelen contener este aditivo. Los consumidores pueden identificarlo en las etiquetas bajo las denominaciones Rojo 3, Rojo 14 o E-127.
Común en alimentos
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha señalado que el colorante Rojo 3 es común en alimentos con aroma de fresa y derivados cárnicos como patés de atún o salmón.
Ante la creciente preocupación por los riesgos asociados con este aditivo, los expertos recomiendan que los consumidores lean cuidadosamente las etiquetas y opten por productos con menor cantidad de colorantes artificiales.
Así, el colorante Rojo 3 continúa siendo un componente común en la alimentación mexicana, mientras crece la discusión sobre sus posibles riesgos y la necesidad de alternativas más seguras.
